Sacerdotes españoles en Perú temen convertirse en blanco de Sendero Luminoso

Sacerdotes españoles que ejercen su labor pastoral y de asistencia social en Perú sufren las amenazas de Sendero Luminoso y temen que las celebraciones del V Centenario los convierta en blanco prioritario de los ataques de este grupo terrorista, que cada vez orienta más sus atentados contra las organizaciones populares de base en las ciudades.

El pasado 15 de septiembre, a las 5.30 horas, una turba de unos 50 senderistas, con predominio de niños y mujeres, alguna de ellas embarazadas, penetró en el sector llamado Juan Pablo II, en San Juan de Lurigancho, un barrio pobre de Lima, donde v...

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Sacerdotes españoles que ejercen su labor pastoral y de asistencia social en Perú sufren las amenazas de Sendero Luminoso y temen que las celebraciones del V Centenario los convierta en blanco prioritario de los ataques de este grupo terrorista, que cada vez orienta más sus atentados contra las organizaciones populares de base en las ciudades.

El pasado 15 de septiembre, a las 5.30 horas, una turba de unos 50 senderistas, con predominio de niños y mujeres, alguna de ellas embarazadas, penetró en el sector llamado Juan Pablo II, en San Juan de Lurigancho, un barrio pobre de Lima, donde vive más de medio millón de habitantes. El hermano Salvador, un religioso oblato de María Inmaculada, de 31 años, explica: "Los senderistas hicieron salir de su casa a Fortunato Collazos, un dirigente comunal del poblado. Le maltrataron y le dieron golpes contra el suelo, después le dispararon a quemarropa y le clavaron un cuchillo cerca de la nuca. Al escuchar los gritos de Collazos salió a la calle Alfredo Aguirre, también dirigente comunal del poblado. Los senderistas le dijeron que no se metiera, porque la cosa no iba con él. Aguirre pronunció entonces la frase que le costaría la vida: 'Si es contra mi vecino, también es contra mí'. Intentó Aguirre dar la alarma para despertar a sus vecinos a base de pitidos de un silbato. La horda senderista le cortó el cuello".

Elección democrática

Porfirio Requena cumplió 41 años el día en que el enviado de este periódico le visitó. Rodeado de mujeres del comedor comunitario celebraban el cumpleaños con tartas y bailes. El vendedor ambulante Requena es también dirigente comunal, elegido de forma democrática por los pobladores de esa comunidad, que no tiene luz, ni agua corriente. El poblado surgió como resultado de una invasión de terrenos que luego quedó legalizada durante el mandato del socialista Alfonso Barrantes en la alcaldía de Lima. Requena se considera un revolucionario que lucha por el bienestar de su comunidad, pero un "revolucionario cristiano que lucha contra. la paz, dentro de la fe cristiana".

Explica Requena que los senderistas habían amenazado a los dirigentes asesinados. Actualmente hay otros amenazados, entre ellos los dos curas españoles que atienden al poblado. Los sacerdotes han salido por unos días, para evitar el peligro.

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Los dos sacerdotes españoles no son los únicos. Hace unas semanas, la revista Caretas informó del caso del padre Pepe, un cura andaluz que trabaja en una provincia peruana y organiza comedores populares para dar de comer a los hambrientos de Perú y crear miniempresas de artesanos y centros de formación profesional. El padre Pepe ha recibido una amenaza de Sendero, que le conmina a abandonar su labor social.

Amenazas similares han recibido sacerdotes españoles que trabajan en la región de Puno, fronteriza con el lago Titicaca y con Bolivia. Allí los curas españoles han organizado una red de 200 tiendas comunales, donde los campesinos pueden comercializar sus productos.

Uno de los curas amenazados, palentino de 31 años, comenta que recibió la orden de Sendero de irse del país, o, de lo contrario, la advertencia sería más contundente. Piensa el cura que "Sendero juega a crear el vacío de poder, porque las organizaciones populares actúan en contra de ellos".

La estrategia senderista parece orientada en los últimos tiempos a provocar, a base del terror, el miedo de los dirigentes de organizaciones populares. La renuncia de esos dirigentes, atemorizados por el terrorismo senderista, provoca un vacío de poder, que luego ocupan nuevos cuadros de Sendero.

Michel Azcueta, concejal de Lima y ex alcalde de Villa El Salvador, la barriada de Lima considerada como un modelo de organización autogestionada, considera que Sendero "está siendo derrotado políticamente, pero se mantiene la máquina de matar, que puede hacer que dure más de 20 años.

La opinión de Azcueta parece muy optimista. Sacerdotes españoles declararon a este periódico que la penetración senderista crece. "El Gobierno y la fuerza pública son inoperantes ante Sendero, porque luchan contra un enemigo que está oculto. Están cercando a Lima por los cuatro costados".

El cura, que también está amenazado, expone con lenguaje desgarrado: "El objetivo es la Iglesia, con toda la puñeta de los 500 años. En España es muy bonito hablar de toda esta coña y no se dan cuenta de que los que vivimos aquí no queremos ser mártires, ni hacernos los valientes".

Está convencido el sacerdote, que no quiere que su nombre se publique ni ningún dato que pueda identificarle, que "hay indicios de que con el V Centenario se va a recrudecer el terrorismo y tomarán como blanco, primero, a los españoles".

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