Cartas al director

Mataró sur Mer

Recientemente Mataró es noticia por el acabado de un amplio y moderno puerto y por la inauguración de un complejo denominado Mataró sur Mer, dentro del mismo.El puerto ha sido posible, después de un largo litigio, gracias al apoyo del Ayuntamiento de la ciudad (PSC), subvenciones públicas e inversiones privadas. La mayoría de los amarres son de carácter privado y se ha concedido una parte (simbólica) para pescadores. Por lo que respecta a la estructura del complejo (de algo más de 5.000 metros cuadrados), los responsables de la promotora apuestan por potenciar una clientela de alto...

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Recientemente Mataró es noticia por el acabado de un amplio y moderno puerto y por la inauguración de un complejo denominado Mataró sur Mer, dentro del mismo.El puerto ha sido posible, después de un largo litigio, gracias al apoyo del Ayuntamiento de la ciudad (PSC), subvenciones públicas e inversiones privadas. La mayoría de los amarres son de carácter privado y se ha concedido una parte (simbólica) para pescadores. Por lo que respecta a la estructura del complejo (de algo más de 5.000 metros cuadrados), los responsables de la promotora apuestan por potenciar una clientela de alto standing: habrá marisquería de lujo, barra para ejecutivos y servicio directo a las embarcaciones, entre otras sutilezas.

Mi interés por cualquier acontecimiento de la ciudad y mi curiosidad hicieron que me personara el día de la inauguración del complejo. La decepción fue grande: la entrada -protegida por policías y un responsable de control- era con rigurosa invitación. Muchas personas que nos habíamos acercado al evento no pudimos entrar. Esto me hizo recordar la anterior inauguración (por Jordi Pujol, entre otros) del propio puerto -en donde una parte era inaccesible a los ciudadanos de a pie-, la inauguración del teatro Monumental (para actos públicos /culturales de la ciudad) a cargo de Victoria de los Ángeles -exclusivamente para personalidades, la futura autovía del Maresme -de peaje, por supuesto-, etcétera.

Ante tales concesiones para. vips y gente guapa, solicito que para el resto de los mortales (los feos, supongo) nos sea descontada de la declaración de Hacienda la parte proporcional del dinero público invertido en actos e inauguraciones como éstas. De lo contrario, quizá sea hora de ir pensando en una insumisión tributaria.

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