"Juliette Gréco fue la primera mujer a quien amé"

Fue en París, en 1949, cuando Miles Davis se enamoró de Juliette Gréco: "Juliette y yo solíamos pasear juntos por las orillas del Sena, cogiéndonos de la mano y besándonos, mirándonos a los ojos ... Era como cosa de magia, casi como si me hubieran hipnotizado. No lo había hecho nunca. Estuve siempre tan inmerso en la música que no tuve tiempo para romances de ninguna clase. Juliette fue probablemente la primera mujer a quien amé a un nivel de igualdad entre seres humanos".Entre 1975 y principios de 1980, Miles Davis no cogió ni una sola vez la trompeta. "El sexo y las drogas ocuparon en mi vid...

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Fue en París, en 1949, cuando Miles Davis se enamoró de Juliette Gréco: "Juliette y yo solíamos pasear juntos por las orillas del Sena, cogiéndonos de la mano y besándonos, mirándonos a los ojos ... Era como cosa de magia, casi como si me hubieran hipnotizado. No lo había hecho nunca. Estuve siempre tan inmerso en la música que no tuve tiempo para romances de ninguna clase. Juliette fue probablemente la primera mujer a quien amé a un nivel de igualdad entre seres humanos".Entre 1975 y principios de 1980, Miles Davis no cogió ni una sola vez la trompeta. "El sexo y las drogas ocuparon en mi vida el lugar que la música había ocupado hasta entonces, y me entregué a ellos día y noche. Tuve, mientrás duró aquel período, tantas mujeres que he perdido la pista de la mayoría, y por no recordar no recuerdo ni sus nombres. Si hoy las encuentro por la calle, probablemente no reconoceré casi a ninguna... Me interesaba lo que ciertas personas llamarían perversiones sexuales, como acostarme, por ejemplo, con más de una mujer. o en ocasiones contemplar simplemente cómo se excitaban entre sí".

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Para Davis, "las mujeresmás exquisitas del mundo son las brasileñas, las etíopes y las japonesas. Y me refiero aquí a una combinación de belleza, feminidad, inteligencia, forma de comportarse, prestancia corporal y al respeto que tienen por el hombre... Jamás pretenden actuar como ellos, por lo menos las que yo he conocido". Por el contrario, "las mujeres estadounidenses son más atrevidas que las del resto del mundo en relación a los hombres. Vienen directas a ti si realmente les interesas y empiezan a insinuarse. Especialmente si eres un personaje famoso, como soy yo. No se preocupan ni avergüenzan por ello. Pero a mí esta historia me provoca rechazo. Pienso que lo único que pretenden es irse a la cama y joder con mis recortes de prensa y, si pueden, meter mano a mi cuenta bancaria".

La ternura aflora en cambio cuando el trompetista se refiere a la bailarina Francés Taylor, con la que convivió durante siete años y de la que se separó en 1965: "Entonces me di cuenta de lo mal que la había tratado y de que había terminado todo'. Pero sí digo ahora que Francés fue la mejor esposa que he tenido y que quien la tenga hoy es un hijo puta con suerte. Ahora lo sé y ojalá lo hubiera sabido entonces".

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