La iglesia condena en Guatemala las violaciones de los derechos humanos
"El abuso de poder, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzadas; las amenazas de muerte, la tortura y un incremento notable de la delincuencia común constiuyen una constante en los seis primeros meses de Gobierno de Jorge Serrano", se asegura en un informe de la archidiócesis de Guatemala.
Un estudio realizado por la oficina de derechos humanos de la archidiócesis puntualiza que durante este semestre se han registrado 99 desapariciones forzosas, 181 ejecuciones extrajudiciales y se tienen denuncias de 38 personas que son víctimas de amenazas e intimidaciones.
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"El abuso de poder, las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzadas; las amenazas de muerte, la tortura y un incremento notable de la delincuencia común constiuyen una constante en los seis primeros meses de Gobierno de Jorge Serrano", se asegura en un informe de la archidiócesis de Guatemala.
Un estudio realizado por la oficina de derechos humanos de la archidiócesis puntualiza que durante este semestre se han registrado 99 desapariciones forzosas, 181 ejecuciones extrajudiciales y se tienen denuncias de 38 personas que son víctimas de amenazas e intimidaciones.
"A estas alturas [Jorge Serrano cumple seis meses en el poder hoy lunes 15], es difícil conceder al Gobierno el beneficio de la duda. Menos aún ante las constantes manifestaciones de intolerancia [del mandatario] hacia la preocupación manifiesta de la comunidad internacional".
"El Gobierno guatemalteco olvida que la comunidad Internacional no sólo tiene el derecho sino también el deber moral de exigir que un Gobierno, representante de un Estado, observe el respeto de la dignidad de sus gobernados", puntualizan los obispos guatemaltecos.
El comunicado recuerda que el discurso de Jorge Serrano, tanto como candidato a la presidencia como en su toma de posesión del mando, estaba cargado de un alto contenido de promesas de respeto a los derechos humanos y de otorgar seguridad ciudadana.
"La realidad no concuerda con el discurso y no puede, siquiera, hablarse de que exista una mejora significativa de la situación para convencernos de que se avanza en el camino del respeto a la vida, la libertad y la dignidad", dicen los obispos.