El contrato temporal no podrá superar los dos años

El actual contrato temporal, con una duración máxima de tres años, no podrá superar los dos años, y tres de las modalidades específicas de contratación (la que promociona nuevas actividades, el contrato indefinido para mayores de 45 años, y el de jubilados) desaparecerán, según anunció ayer el ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval.

Durante unas jornadas de estudio sobre las negociaciones colectivas, el titular de Trabajo manifestó que asume plenamente el informe de los expertos sobre la reforma del mercado laboral que se presentó el pasado mes de febrero.

El informe en cue...

El actual contrato temporal, con una duración máxima de tres años, no podrá superar los dos años, y tres de las modalidades específicas de contratación (la que promociona nuevas actividades, el contrato indefinido para mayores de 45 años, y el de jubilados) desaparecerán, según anunció ayer el ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval.

Durante unas jornadas de estudio sobre las negociaciones colectivas, el titular de Trabajo manifestó que asume plenamente el informe de los expertos sobre la reforma del mercado laboral que se presentó el pasado mes de febrero.

El informe en cuestión ha recibido críticas por parte de los sindicatos que calificaron las medidas propuestas en el estudio de "cosméticas e insuficientes". Sin embargo, para el ministerio la modificación de las modalidades de contratación es un intento de dar estabilidad al empleo y se negociará en el marco global del Pacto de Competitividad.

El pacto debe suponer, también, un debate sobre las actuales negociaciones colectivas que introduzca mecanismos para la participación de los trabajadores en los beneficios de las empresas, en opinión de Martínez Noval.

El Consejo de Ministros aprobará hoy el contenido del pacto y lo enviará al Parlamento la semana próxima donde tendrá, según el ministro, un "respaldo mayoritario". En este sentido calificó la posible oposición del Partido Popular de "epidérmica".

Por otra parte, la falta de un diálogo directo entre la patronal y los sindicatos es un motivo de preocupación constante para el gobierno y supone, según Martínez Noval, una debilitamiento frente al desafío del mercado único.