Una dieta de 25 huevos diarios

Un estudio reciente publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine, revelaba, para desconcierto de los especialistas, el caso de un hombre de 88 años que estuvo comiendo 25 huevos diarios durante 15 años y sin embargo, presentaba unos niveles de colesterol en sangre perfectamente normales.Según el doctor Fred Kern, de la Universidad de Colorado (EE UU), esto podría ser debido en parte a una gran disminución en la absorción intestinal del colesterol tomado con los alimentos y a un notable aumento de su conversión a ácidos billares. Estas adaptaciones dejarían poco...

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Un estudio reciente publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine, revelaba, para desconcierto de los especialistas, el caso de un hombre de 88 años que estuvo comiendo 25 huevos diarios durante 15 años y sin embargo, presentaba unos niveles de colesterol en sangre perfectamente normales.Según el doctor Fred Kern, de la Universidad de Colorado (EE UU), esto podría ser debido en parte a una gran disminución en la absorción intestinal del colesterol tomado con los alimentos y a un notable aumento de su conversión a ácidos billares. Estas adaptaciones dejarían poco colesterol dietario para su tasa en sangre y su depósito en las arterias.

Este informe es resaltado en un editorial de la misma revista, como una investigación que profundiza en los mecanismos que protegen contra la hipercolesterolemía, en este caso contra un consumo de enormes cantidades de colesterol. La trascendencia práctica se deriva de que el colesterol ingerido con los alimentos es un predictor independiente de la enfermedad coronaria, aparte de sus efectos sobre el colesterol en la sangre.

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El paciente vivía en una comunidad de jubilados y sólo se quejaba de soledad desde la muerte de su esposa. El anciano padece la enfermedad de Alzhelmer, pero el resto de su estado general de salud era aceptable. Nunca había fumado ni bebido alcohol en exceso. Siempre comía de 20 a 30 huevos a lo largo del día, ligeramente hervidos, desde hacía unos 15 años. Llevaba un cuidadoso recuento, huevo por huevo, del número comido cada día.

Los esfuerzos para modificar el comportamiento no tuvieron éxito. El paciente comentaba que "comer estos huevos arruina mi vida, pero no puedo evitarlo". El paciente fue estudiado y comparado con 11 voluntarios que seguían una dieta suplementada con cinco huevos diarios.

El colesterol que ingerimos diariamente con los alimentos aumenta el nivel plasmático de esta grasa y acelera el desarrollo de arterosclerosis y sus complicaciones, pero las respuestas a cambios en la cantidad del colesterol incorporado con la dieta varían de un sujeto a otro.

Los mecanismos regulatorios que mantienen un nivel relativamente constante de colesterol plasmático, independiente de la ingesta diaria, incluyen alteraciones en la eficiencia con que se absorbe al llegar al intestino, la cantidad sintetizada por el organismo, la actividad de ciertos receptores del colesterol, su secreción a la bilis y su conversion en acidos billares en el hígado.

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