Tribuna:

Utilitarios y románticos

A pesar de la flojedad de los valores americanos (básicamente Repsol, que no alcanzó los 13.000 títulos), el resto del mercado estuvo animado selectivamente con posiciones vistosas en las dos compañías eléctricas inmersas en una fusión y en alguna gran sociedad de servicios. Los volúmenes superaron de largo las sesiones de lunes y martes, de forma que el continuo fintó, por la vía de los despachos de Barcelona, el día festivo en Madrid. El empujón eléctrico estuvo reforzado por las alegrías que llegaban de las plazas europeas, Londres, París y sobre todo Francfort, que cerró con un máxi...

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A pesar de la flojedad de los valores americanos (básicamente Repsol, que no alcanzó los 13.000 títulos), el resto del mercado estuvo animado selectivamente con posiciones vistosas en las dos compañías eléctricas inmersas en una fusión y en alguna gran sociedad de servicios. Los volúmenes superaron de largo las sesiones de lunes y martes, de forma que el continuo fintó, por la vía de los despachos de Barcelona, el día festivo en Madrid. El empujón eléctrico estuvo reforzado por las alegrías que llegaban de las plazas europeas, Londres, París y sobre todo Francfort, que cerró con un máximo anual. En los primeros compases, también Nueva York mantuvo el tono con subida de su índice industrial.El clima intelectual de las bolsas no es precisamente el de la Ilustración, pero, en los centros de decisión más recónditos, la industria de valores vive una clara escisión de criterios entre utilitarios y románticos. Los primeros se esfuerzan por mantener contra pronóstico la racionalidad expectante a base de inversiones muy líquidas y bajos riesgos; los segundos piden guerra, argumentan desesperados que el mercado anhela reflejar el ambiente monetario internacional de bajada de tipos a pesar de las reticencias de Alemania.

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