Aprehendidos fregaderos, duchas y un tobogán fábricados con unos 75 kilos de cocaína

La policía ha descubierto una nueva y complicada modalidad de introducir cocaína desde Medellín (Colombia) hasta Madrid: fabricar duchas, fregaderos y toboganes con fibra de vidrio mezclada con unos 75 kilos de pasta de cocaína. De momento sólo se ha detenido al transportista Fernando Collado, de 35 años, que fue precisamente quien comunicó a la policía el pasado 13 de marzo sus dudas sobre el envío, que debía recoger en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Un desconcido le había realizado el encargo pagándole su importe por debajo de la puerta de su negocio.

Collado manifestó a la policía ...

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La policía ha descubierto una nueva y complicada modalidad de introducir cocaína desde Medellín (Colombia) hasta Madrid: fabricar duchas, fregaderos y toboganes con fibra de vidrio mezclada con unos 75 kilos de pasta de cocaína. De momento sólo se ha detenido al transportista Fernando Collado, de 35 años, que fue precisamente quien comunicó a la policía el pasado 13 de marzo sus dudas sobre el envío, que debía recoger en el aeropuerto de Madrid-Barajas. Un desconcido le había realizado el encargo pagándole su importe por debajo de la puerta de su negocio.

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Collado manifestó a la policía de la comisaría de Arganzuela que un hombre le pidió telefónicamente que se hiciera cargo del transporte de 11 piezas de material sanitario que iban a llegar el día 15 de febrero al aeropuerto de Madrid-Barajas. Unos días más tarde, alguien introdujo el resguardo para recoger la mercancía y las 40.000 pesetas que, según Collado, iba a recibir a cambio del traslado.Sin embargo, en Barajas se le exigió un pequeño trámite burocrático, después de que se identificara para recoger la carga en las aduanas, y se puso nervioso. Fue precisamente este detalle el que hizo recapacitar al transportista, que abandonó las dependencias del aeropuerto y se dirigió a la policía días después.

Dudas y nervios

Fuentes cercanas a la investigación explicaron que, si el transportista no hubiera perdido la calma, el envío le hubiera sido entregado sin levantar más sospechas que la que representa el hecho de importar material sanitario de Colombia de mala calidad.Las fuentes policiales consultadas consideran que el relato del propietario de la pequeña empresa de transportes "queda cojo", máxime cuando a través de otras dos declaraciones se ha comprobado que conocía la descripción física de al menos uno de los hombres que le realizaron el encargo. Fernando Collado permaneció en libertad desde el 13 de marzo, fecha en que efectuó la denuncia, y el 4 de abril.

El portavoz de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, Daniel Herrero, dijo que Collado pasará a disposición judicial "porque hay indicios suficientes para pensar que esta presuntamente implicado en una organización de narcotraficantes".

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La complejidad para e,ctraer la cocaína de entre la filira de vidrio hace que resulte iníposible calcular cuántos kilo!,-, contiene, aunque la policía apunta que podrían ser 75 kilos de pasta del estupefaciente, la rriltad del peso de las 11 piezas incautadas. Ocho de ellas están fabricadas en un color azul turquesa intenso, que es, casualmente, el tono que adquiere la cocaína al entrar en contacto con el reactivo que utiliza la policía para detectarla.

Para confirmar que efectivamente se trataba de cocaína fueron necesarios seis análisis. Las cuatro primeras pruebas fueron realizadas por los funcionarlos de Barajas y arrojaron resultados negativos; posteriormente, la Brigada de Estupefacientes lo intentó, sin éxito, en sus propios laboratorios. Fue finalmente la Subinspección General de Farmacia la que analizó las piezas y confirmó las sospechas que la policía mantenía sobre elenvío de Medellín, que iba dirigido textualmente a: "Señor Donoso Cortés, 13, 5º derecha". Esta dirección no existe, puesto que el citado número de la calle corres ponde a unos bajos comerciales, según explicó la policía. Las investigaciones se centran ahora en averiguar la situación del laboratorio de cocaína que iba a hacer posible que un trampolín de piscina, unos fregaderos y unas duchas se convirtieran en cocaína y alcanzara en el mercado precios astronómicos.

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