Cossiga recibe a la comisión que investiga el 'caso Gladio'

El jefe de Estado italiano, el democristiano Francesco Cossiga, ha vuelto a sacudir a la opinión pública de su país con gestos y declaraciones explosivas. Tras haberse negado a testimoniar ante el juez veneciano Felice Casson por el caso Gladio [la organización secreta vinculada a la OTAN, destinada a intervenir en caso de invasión soviética], Cossiga recibió por fin a la comisión parlamentaria sobre los servicios secretos, formada por diputados y senadores de todos los partidos, tanto del Gobierno como de la oposición.

El presidente de la República puso como condición que se...

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El jefe de Estado italiano, el democristiano Francesco Cossiga, ha vuelto a sacudir a la opinión pública de su país con gestos y declaraciones explosivas. Tras haberse negado a testimoniar ante el juez veneciano Felice Casson por el caso Gladio [la organización secreta vinculada a la OTAN, destinada a intervenir en caso de invasión soviética], Cossiga recibió por fin a la comisión parlamentaria sobre los servicios secretos, formada por diputados y senadores de todos los partidos, tanto del Gobierno como de la oposición.

El presidente de la República puso como condición que se limitaría a responder en voz alta a preguntas que le formulara por escrito la comisión, pero sin que ninguno de los miembros pudiera interrumpirle para hacerle nuevas preguntas. Ante estas limitaciones, los dos representantes del Partido Democrático de la Izquierda (PDS, ex PCI) se negaron a ir al Quirinal, considerando inútil tal encuentro.

Cossiga pronunció ante los parlamentarios un monólogo de tres horas haciendo un gran elogio de Gladio. Más aún, reveló que iba a enviar una carta al presidente del Gobierno, Giulio Andreotti, pidiéndole que el Estado otorgue una condecoración a los 622 gladiadores cuya lista ha sido revelada a la opinión pública. Muy molesto con los dos miembros del PDS, Aldo Tortorella, vicepresidente de la comisión, y Ferdinando Imposimato, Cossiga, entregó provocativamente al representante del neofascista MSI dos trocitos del muro de Berlín para que se los entregaran su nombre, a los dos ex comunistas ausentes, recordándoles, con Willy Brandt, que "los muros del cerebro son más duros que los de cemento".

Cossiga llegó a decir que la actualidad internacional -aludiendo a la guerra del Golfo- demuestra que, a su parecer, ha sido precipitado disolver la estructura Gladio, como instrumento de defensa de la patria contra posibles acosos externos.

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