Es que no hay derecho
Desde Cincinnati (Estados Unidos), donde termina sus estudios universitarios, Cristina Ortiz ha escrito una carta a este periódico (EL PAÍS, 23 de febrero). Es donostiarra. No habla euskera. Se quiere integrar en la enseñanza pública vasca. Y protesta por el hecho de que para ello tiene que aprender euskera. La carta contiene también alguna que otra lindeza, como lo de "modelo nazi-onalista y delirante", "imposición", etcétera.No sabemos cuál es la especialidad de Cristina Ortiz. Pero hay que suponer que a lo largo de sus muchos años de estudios, hasta una licenciatura o un doctorado, habrá te...
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Desde Cincinnati (Estados Unidos), donde termina sus estudios universitarios, Cristina Ortiz ha escrito una carta a este periódico (EL PAÍS, 23 de febrero). Es donostiarra. No habla euskera. Se quiere integrar en la enseñanza pública vasca. Y protesta por el hecho de que para ello tiene que aprender euskera. La carta contiene también alguna que otra lindeza, como lo de "modelo nazi-onalista y delirante", "imposición", etcétera.No sabemos cuál es la especialidad de Cristina Ortiz. Pero hay que suponer que a lo largo de sus muchos años de estudios, hasta una licenciatura o un doctorado, habrá tenido que estudiar asignaturas como álgebra, fundamentos de filosofía, introducción a la lingüística generativa, historia medieval, resistencia de materiales, peleografía, y todo ello en castellano y en inglés, aplicándose mucho por sacar buenas notas. Ahora bien, desea ser profesora en la enseñanza pública vasca y no quiere aprender una de las dos lenguas oficiales de la comunidad autónoma vasca. Sin comentarios.- Rosario Isabel de Santiago Salazar.