Un montaje sobre Mussolini acapara la atención en Varsovia

Tamara. Relato cinematográfico en vivo, un espectáculo de tres horas de duración sobre Benito Mussolini y Gabriele d'Anunzio, se ha convertido en una de las estrellas de la temporada teatral en Varsovia. La obra se representa ininterrumpidamente desde el pasado septiembre en el teatro Studio de Varsovia, una de las escenas dramáticas más renombradas de Polonia, y es una coproducción entre el mencionado teatro y la empresa Tamara International de Los Ángeles.Durante las tres horas que dura el espectáculo, las dependencias del Studio (tres pisos con sus salas, salones y pasillos) se transfor...

Tamara. Relato cinematográfico en vivo, un espectáculo de tres horas de duración sobre Benito Mussolini y Gabriele d'Anunzio, se ha convertido en una de las estrellas de la temporada teatral en Varsovia. La obra se representa ininterrumpidamente desde el pasado septiembre en el teatro Studio de Varsovia, una de las escenas dramáticas más renombradas de Polonia, y es una coproducción entre el mencionado teatro y la empresa Tamara International de Los Ángeles.Durante las tres horas que dura el espectáculo, las dependencias del Studio (tres pisos con sus salas, salones y pasillos) se transforman en la villa Il Vittoriale degli Italiani, donde Mussolini retiene bajo arresto a Grabiele D'Annunzio, novelista, poeta y soldado del paso de siglo, alabado por sus compatriotas por su heroísmo, la excentricidad de su obra y una singular vida de salón. La acción transcurre en enero de 1927: a esta villa acude, invitada por D'Annunzio, la aristócrata y pintora polaca Tamara Lempicka, que llega especialmente de París para pintar el retrato del poeta. En la casa viven, además de su dueño, otras ocho personas. La llegada de Tamara interferirá en sus planes e intrigas.

Tamara está basada en el auténtico diario de Aelis Mazoyer, ama de llaves de D'Annunzio, recuperado por el canadiense John Krizanc, autor del texto de la obra junto con el director Richard Rose.

El acceso al Studio se efectúa mediante un pasaporte unipersonal -en lugar de la habitual entrada-, estampado, nada más llegar al teatro, por un sicario fascista que recibe al espectador con la pregunta: "Nombre! Apellido!". "Moverse en grupo, no arrimarse a las puertas, no interpelar a los actores, no hacer uso de los accesorios", informa al público de las reglas del juego il Capitano, jefe de los custodios asignados a D'Annunzio por el Ducce.

El elevado precio de los "pasaportes" (200.000 zlotys, poco más de 2.000 pesetas) hacen de Tamara un espectáculo selectivo en el que el acto social suele anteponerse al valor artístico del acontecimiento.