Cartas al director

Imponer el euskera

He leído con estupor, en EL PAÍS del 17 de enero, la noticia sobre la ruptura de las negociaciones PNV-PSOE para formar Gobierno en Euskadi, y el acercamiento de posturas PNV-EE-EA. En ella se destaca, como piedra angular del conflicto, la política lingüística tendente a normalizar el uso del euskera. Yo soy vasca (nací en Bilbao hace 25 años), y como toda mi familia y amigos, castellanohablante. Pienso que es un error de grandes proporciones el pensar que es posible obligar a las personas a aprender y utilizar una lengua que no es la suya, basándose únicamente en argumentos polí...

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He leído con estupor, en EL PAÍS del 17 de enero, la noticia sobre la ruptura de las negociaciones PNV-PSOE para formar Gobierno en Euskadi, y el acercamiento de posturas PNV-EE-EA. En ella se destaca, como piedra angular del conflicto, la política lingüística tendente a normalizar el uso del euskera. Yo soy vasca (nací en Bilbao hace 25 años), y como toda mi familia y amigos, castellanohablante. Pienso que es un error de grandes proporciones el pensar que es posible obligar a las personas a aprender y utilizar una lengua que no es la suya, basándose únicamente en argumentos políticos y nacionalistas.Todo ello nos ha obligado a muchos jóvenes como yo (universitarios y en la veintena) a dejar nuestra tierra de origen y a nuestras familias, debido a la práctica imposibilidad de desarrollar nuestro futuro profesional en el País Vasco a causa de las exigencias lingüísticas de la Administración vasca.

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