Bush y Salinas dialogan en México sobre comercio, droga e inmigrantes

El objetivo principal de la reunión de dos días que los presidentes de México, Carlos Salinas de Gortari, y de EE UU, George Bush, iniciaron ayer en Monterrey es lograr progresos en el camino de la firma de un Tratado de Libre Comercio entre ambas naciones. Junto a este tema, Bush abordará con Salinas otros dos asuntos que son motivo permanente de tensión entre México y EE UU: la colaboración contra el narcotráfico y la emigración ilegal de mexicanos hacia territorio norteamericano.

En cuanto a temas internacionales, el presidente Salinas, cuya política hacia la crisis del Golfo ha sido...

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El objetivo principal de la reunión de dos días que los presidentes de México, Carlos Salinas de Gortari, y de EE UU, George Bush, iniciaron ayer en Monterrey es lograr progresos en el camino de la firma de un Tratado de Libre Comercio entre ambas naciones. Junto a este tema, Bush abordará con Salinas otros dos asuntos que son motivo permanente de tensión entre México y EE UU: la colaboración contra el narcotráfico y la emigración ilegal de mexicanos hacia territorio norteamericano.

En cuanto a temas internacionales, el presidente Salinas, cuya política hacia la crisis del Golfo ha sido la de respaldar las resoluciones de las Naciones Unidas, recabará información sobre el reciente viaje de Bush por el área y, probablemente, respaldará la actitud norteamericana de consultar al Consejo de Seguridad para dar nuevos pasos en la solución del conflicto. Centroamérica no tiene por qué ser ya un tema de conflicto entre los presidentes porque los dos países han aproximado considerablemente sus posiciones en los dos últimos años en relación con las crisis en las naciones del istmo.La negociación del Tratado de Libre Comercio es la principal novedad de este encuentro y es también el tema que puede llegar a producir un cambio cualitativo en las relaciones entre los dos grandes países norteamericanos y una modificación sustancial del papel de Estados Unidos en toda América Latina. Para Carlos Salinas ese tratado es objetivo fundamental de su gestión y confía en dejarlo firmado antes de abandonar su mandato en 1995.

En el camino habrá que superar, no obstante, obstáculos que por el momento se antojan enormes. Los más importantes hoy por hoy es la voluntad norteamericana de incluir los productos energéticos dentro del acuerdo, a lo que se opone México; así como el Interés mexicano en que el problema de la emigración forme también parte del tratado, a lo que no están dispuestos los norteamericanos.

En declaraciones formuladas estos días a la prensa norteamericana Salinas ha sido contundente al rechazar la negociación sobre el tema del petróleo. "El petróleo es propiedad del Gobierno mexicano y así seguirá siendo. Punto", dijo al semanario Newsweek.

La primera reunión entre los dos presidentes se celebró ayer en una casa de la familia Salinas en la localidad de Agualeguas, próxima a Monterrey, en el Estado de Nuevo León. Salinas ofreció ayer a su invitado un almuerzo típico mexicano, comida que a Bush le prepara frecuentemente su nuera mexicana.

Durante la recepción oficial, en la principal plaza de Monterrey, ambos presidentes pronunciaron discursos de salutación desde protegidos por un cristal blindado especialmente importado de Checoslovaquia.

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