Cartas al director

Preciada tarjeta

Alertado por su periódico de que el día 30 de noviembre, sin falta, debía hallarme en posesión del denominado NIF, y en vista de que Hacienda parecía desconocer mi paradero fiscal, inicié el 6 de octubre una serie de gestiones que pensaba me iban a conducir en poco tiempo a la obtención de tan preciada tarjeta.Conseguí ese mismo día, tras hábil pesquisa, un valioso teléfono del. Ministerio de Economía y Hacienda, a través del cual me informaron que enviando una instancia y la fotocopia del DNi recibiría, a vuelta de correo, el citado NIF. El 7 de octubre, aprovechando mi familiaridad con diver...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Alertado por su periódico de que el día 30 de noviembre, sin falta, debía hallarme en posesión del denominado NIF, y en vista de que Hacienda parecía desconocer mi paradero fiscal, inicié el 6 de octubre una serie de gestiones que pensaba me iban a conducir en poco tiempo a la obtención de tan preciada tarjeta.Conseguí ese mismo día, tras hábil pesquisa, un valioso teléfono del. Ministerio de Economía y Hacienda, a través del cual me informaron que enviando una instancia y la fotocopia del DNi recibiría, a vuelta de correo, el citado NIF. El 7 de octubre, aprovechando mi familiaridad con diversos instrumentos de tecnología intermedia (máquina de escribir y fotocopiadora), y utilizando los servicios de Correos, remití a mi administración de Hacienda los citados documentos.

Pues bien, hoy, 17 de noviembre, 40 días después, debo confesar, con gran consternación, que toda mi estrategia se ha ido al garete: no sólo no he recibido aún mi tarjeta del NIF, sino que para más inri, un vecino mío, utilizando una técnica más bien rudimentaria -el desplazamiento personal- y costosa en términos laborales -dos medias mañanas perdidas-, sí la ha conseguido en el breve plazo de cuatro días. ¡Y yo que creía en las bondades de la productividad y de progreso!-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En