El director de cine Denys Arcand debuta en el teatro

Denys Arcand es el cineasta canadiense mas famoso internacionalmente. Director de El declive del imperio americano y de Jesús de Montreal, estrenó el martes en la capital de Quebec su primer montaje teatral, Las cartas de la religiosa portuguesa, sobre unos textos anónimos publicados en el París de 1669 y que constituyen una de las más altas cimas líricas de la literatura en francés.

"Siempre he estado envenenado por ese texto y enamorado del personaje", dice. "La verdad es que empecé como actor de teatro, en pequeños papeles, pero la vida me llevó pronto al cine. En Quebec, como creo q...

Denys Arcand es el cineasta canadiense mas famoso internacionalmente. Director de El declive del imperio americano y de Jesús de Montreal, estrenó el martes en la capital de Quebec su primer montaje teatral, Las cartas de la religiosa portuguesa, sobre unos textos anónimos publicados en el París de 1669 y que constituyen una de las más altas cimas líricas de la literatura en francés.

"Siempre he estado envenenado por ese texto y enamorado del personaje", dice. "La verdad es que empecé como actor de teatro, en pequeños papeles, pero la vida me llevó pronto al cine. En Quebec, como creo que sucede también en España, existe una cierta desconfianza entre los creadores de cine y de teatro. Pero ejemplos como Visconti o Bergman demuestran que no son expresiones incompatibles".La puesta en escena de Denys Arcand es sumamente sobria, y consigue realzar las llamas pasionales de esas Cartas, que son un patético memorial de agravios contra el desapego amoroso del hombre. Arcand ha contado con una excelente joven actriz, Anne Dorval, y con el ámbito de un teatro de bolsillo muy prestigioso en Montreal, el Quat'Sous.

"Es un texto que siempre me apasionó, y consideré un desafío adaptarlo al teatro, hacer legible hoy ese lenguaje riquísimo del siglo XVIII", dice Denys Arcand.

Denys Arcand encabeza una ciriematografía, la de Quebec, que ha sabido captar un público y oponer así una cierta barrera a la invasión de la producción estadounidense. "Voy a seguir creando como me apetezca", dice. "Eso es lo importante. Lo otro es aleatorio, como demuestra el hecho paradójico de que El declive del imperio americano haya sido un éxito en Francia y haya pasado sin pena ni gloria en Gran Bretaña, o que con Jesús de Montreal ocurriera todo lo contrario".