Thatcher elude un ataque frontal contra la CE

Margaret Thatcher, la primera ministra británica, restañó ayer la confianza de su partido al eludir la virulencia verbal al tratar de la relación británica con la Comunidad Europea. Thatcher desmintió que hubiera discrepancias en su Gabinete ante la cuestión europea, reiteró que su Gobierno no aceptará la imposición de una divisa única y ofreció como prueba de su voluntad de cooperar con Bruselas su plan para establecer el ecu fuerte como divisa europea común.

El debate que siguió a la lectura del discurso de la reina estaba rodeado de gran expectación y, de antemano, se presentaba en m...

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Margaret Thatcher, la primera ministra británica, restañó ayer la confianza de su partido al eludir la virulencia verbal al tratar de la relación británica con la Comunidad Europea. Thatcher desmintió que hubiera discrepancias en su Gabinete ante la cuestión europea, reiteró que su Gobierno no aceptará la imposición de una divisa única y ofreció como prueba de su voluntad de cooperar con Bruselas su plan para establecer el ecu fuerte como divisa europea común.

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El debate que siguió a la lectura del discurso de la reina estaba rodeado de gran expectación y, de antemano, se presentaba en medios políticos como la prueba más crítica que hubiera tenido que pasar la primera ministra en sus 11 años de Gobierno, después de la crisis provocada la semana pasada por la dimisión de su viceprimer ministro, Geoffrey Howe.Al final, la tensión política que precedió a las intervenciones de Neil Kinnock, líder de la oposición, y de la propia Thatcher se deshizo sin dejar rastro, como un terrón de azúcar en un vaso de agua.

Tras los traumáticos acontecimientos de la semana pasada, Thatcher acudió a los Comunes con la lección aprendida y no se desvió una coma del texto consensuado con su Gobierno, encaminado a ofrecer una participación constructiva en las venideras conferencias intergubernamentales sobre la unión económica y política de Europa. La crisis de la pasada semana se desató cuando la primera ministra -una vez leída una declaración moderada y contemporizadora, consultada y aprobada por Exteriores y el Tesoro- dejó libres sus íntimas creencias sobre la construcción europea.

Discurso comedido

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El elefante estuvo ayer bien sujeto fuera de la cacharrería, para satisfacción de los conservadores, que escucharon un discurso vigoroso, pero que todos pueden suscribir. Thatcher citó a otras autoridades comunitarias para demostrar que no está sola en su postura de rechazo al contenido de la cumbre de Roma y volvió a repetir lo que manifestó en la parte controlada de su intervención en el debate del pasado martes: cuando el Reino Unido negocie los detalles, más que las generalidades de la unión monetaria y económica (UME), se alcanzarán acuerdos que permitirán a la Comunidad avanzar como un ente de 12 miembros. Thatcher dijo que sólo Londres ha presentado una estrategia para la UME que no va directamente al establecimiento de una divisa única, sino que ofrece el ecu fuerte como alternativa.

Fuera del debate europeo, Thatcher introdujo por primera vez un margen de tiempo en la crisis del Golfo y dijo que Sadam debe evacuar Kuwait "pronto o nosotros y nuestros aliados le echaremos a la fuerza".

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