Entrevista:Mauricio KagelCompositor

"La música nunca puede disociarse del elemento teatral"

Entre los muchos caminos seguidos por la música contemporánea en los últimos 30 años, uno de los más creativos se ha centrado en la inclusión del gesto y la escenografía que ha dado lugar al llamado teatro instrumental, expresión acuñada por Mauricio Kagel, iniciador del movimiento. Kagel ha ofrecido en Madrid -y hoy lo hace en Barcelona- una de sus obras más clásicas dentro de esta estética: Acústica. El polifacético creador alemán de origen argentino presentó en los pasados días en el Instituto Alemán de Madrid algunos de sus filmes experimentales. "La música nunca puede disociarse del eleme...

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Entre los muchos caminos seguidos por la música contemporánea en los últimos 30 años, uno de los más creativos se ha centrado en la inclusión del gesto y la escenografía que ha dado lugar al llamado teatro instrumental, expresión acuñada por Mauricio Kagel, iniciador del movimiento. Kagel ha ofrecido en Madrid -y hoy lo hace en Barcelona- una de sus obras más clásicas dentro de esta estética: Acústica. El polifacético creador alemán de origen argentino presentó en los pasados días en el Instituto Alemán de Madrid algunos de sus filmes experimentales. "La música nunca puede disociarse del elemento teatral", afirma Kagel.

El término teatro musical no complace al compositor germano-argentino. "El teatro musical puede incluir muchas cosas muy diferentes, hablar de teatro instrumental es mucho más preciso", matiza Mauricio Kagel. "Todos los elementos del teatro pueden tratarse como si fueran fuentes de sonido de una orquesta, pero lo importante del teatro instrumental es que la acción sucede con los instrumentos en la mano. La acción de producir música se convierte en hecho teatral".Kagel, profesor en el Conservatorio de Colonia, ciudad en la que vive desde 1957, inició sus primeras experiencias en este campo a principios de los años sesenta. "La implicación teatral no va en menosprecio de la música", afirma en un correcto castellano todavía con marcado acento porteño. "La ejecución pública de la música siempre ha comportado un hecho teatral. Los directores de más éxito popular no son los mejores, sino los más elegantes, los que mejor se mueven o los que se despeinan de forma más sugerente. Igual sucede con los solistas, por ejemplo pianistas, que transmiten con su cuerpo connotaciones eróticas que no están implícitas en la música que están tocando".

A partir de estas premisas, Kagel ha elaborado un mundo propio. "Siempre incorporo elementos teatrales que sean consecuencia de la forma de hacer música, explorando la sensibilidad acústica de cada elemento para crear cosas nuevas. No se trata de performances con música, sino de música con acción, entendido como una nueva unidad".

Intérpretes

La obra Acústica fue estrenada en 1969 por el Kölner Ensemble Für Neue Musik. "Me gusta trabajar con intérpretes que conozco y en los que confío", afirma Kagel. "De todas formas, a menudo me llevo sorpresas al escuchar obras mías en otras interpretaciones. Es la eterna historia de la interpretación musical". Kagel se lanzó, ya desde el principio de su carrera, al mundo del cine, de la radio y del vídeo. "El vídeo es el soporte ideal para la creación de la ópera contemporánea porque permite componer con detalle todos los elementos visuales que en el escenario no son fáciles de recrear". La reciente comercialización del vídeo-disco compacto es a juicio de Mauricio Kagel una de las grandes esperanzas del futuro. "A partir de ahora será necesario crear pensando en ese soporte", afirma rotundo.

Kagel, que ha compaginado la creación musical con la cinematográfica, es consciente de la diversidad de ambos medios. "Cada uno exige una actitud diferente, es imprescindible cambiar de premisa, no la calidad, pero sí las ideas y la forma de expresarlas". Kagel se muestra también un encarnizado defensor de la televisión. "La televisión es un medio educativo extraordinario. Millones de personas han visto una ópera por primera vez en la televisión, personas que nunca habrían ido a un teatro de ópera. Cuando la televisión retransmite un concierto, la música llega a mucho más público del que imaginamos. En las estadísticas de Radio Colonia se habla de audiencia cero cuando existen sólo 70.000 oyentes; para conseguir esa audiencia, yo tengo que hacer como mínimo 100 conciertos. Y no hablemos de televisión cuando cuentan la audiencia cero a partir de 170.000 espectadores".

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