Los padres de la reforma económica creen que peligra el mercado único soviético

La creciente falta de coordinación económica entre las diversas repúblicas soviéticas amenaza con una parálisis del poder y hace peligrar la creación de un mercado único en la URSS, según ha advertido un grupo de prestigiosos economistas en un mensaje cargado de sombríos augurios para el futuro del país. Stanislav Shatalin y Nikolái Petrakov, ambos asesores económicos de Mijaíl Gorbachov, junto con Grigori Yablinski, el viceprimer ministro de la Federación Rusa, encabezan la lista de 13 firmantes de una carta publicada el domingo en el periódico Komsomólskaya Pravda.Sus autores son precisament...

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La creciente falta de coordinación económica entre las diversas repúblicas soviéticas amenaza con una parálisis del poder y hace peligrar la creación de un mercado único en la URSS, según ha advertido un grupo de prestigiosos economistas en un mensaje cargado de sombríos augurios para el futuro del país. Stanislav Shatalin y Nikolái Petrakov, ambos asesores económicos de Mijaíl Gorbachov, junto con Grigori Yablinski, el viceprimer ministro de la Federación Rusa, encabezan la lista de 13 firmantes de una carta publicada el domingo en el periódico Komsomólskaya Pravda.Sus autores son precisamente todo el equipo que elaboró en verano un programa económico de transición al mercado (Programa de los 500 días) bendecido entonces por el presidente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, y el presidente de la Federación Rusa, Borís Yeltsin.El líder soviético acabó,, sin embargo, rechazando este plan a favor de una síntesis más moderada y más acorde con las ideas del Gobierno de Nikolái Rizhkov, que fue aprobada por el Parlamento de la URSS en octubre.

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Shatalin, Petrakov y los firmantes de la carta consideran que la variante aprobada por el Parlamento de la URSS ("directrices básicas") no sólo no reducirá el déficit presupuestario a 25.000 millones o 30.000 millones de rublos en 1991, sino que hará superar esta suma en el primer trimestre del año. El deficit presupuestario fue de 120.000 millones de rublos en 1989.

El pesimista panorama dibujado por los economistas soviéticos ha salido a la luz justo en vísperas de cumplirse, mañana, el 73 aniversario de la revolución bolchevique de octubre de 1917Medidas aún posibles

Según los economistas, la mayor parte de medidas del programa 500 días son aún posibles. pero las condiciones económicas son hoy peores que en verano. "El descenso del nivel de vida de la población será significativo antes de la estabilización", señalan. Cualquier programa, opinan, tendrá necesariamente un carácter duro, dada la aceleración de la inflación, la descomposición del mercado de consumo y el desequilibrio de la economía. "La población pierde la confianza en la reforma y el poder".El programa 500 días partía del acuerdo entre las repúblicas en unas líneas económicas comunes. El plan aprobado por el Parlamento soviético es muy vago y las repúblicas han comenzado a aprobar, cada una por su cuenta, planes distintos no coordinados entre sí.

Estonia, por ejemplo, ha aumentado los precios al por menor, Rusia han aumentado los precios de compra del Estado y Ucrania ha establecido cuotas de exportación. "La falta de acuerdo en la elección del plan de acción multiplica la probabilidad de una parálisis de poder. La energía se dirige no hacia la creación, sino hacia el enfrentamiento".

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La Federación Rusa ha adoptado su versión del plan 500 días desde el primero de noviembre. Ayer, Borís Yeltsin, presidente del Parlamento ruso, reiteró en SverdIovsk su rechazo al plan estatal. Yeltsin, que se incorporó a su puesto el sábado, viajó a SverdIovsk, su tierra natal, para asistir a los funerales de las víctimas de un accidente laboral.Decreto polémico

Por otra parte, el decreto de Gorbachov que prácticamente permitirá a la Administración confiscar en 1991 la mayoría de las divisas a las empresas soviéticas exportadoras ha provocado una reacción negativa en la Federación Rusa. El dcreto obliga a las empresas exportadoras (un total de 17.000), sin participación extranjera y cualquiera que sea su forma de propiedad, a cambiar por rublos la mayoría de sus divisas para ayudar a pagar la deuda exterior, de la URSS, que alcanzaba 36.400 millones de dólares netos en 1989.

El comercio exterior de la URSS se ha deteriorado y arrojaba un balance negativo de 7.800 millones de rublos en los siete primeros meses del año, debido al descenso de la producción de petróleo, principal fuente de divisas de la URSS.

La dirección del ejército no oculta su inquietud por la situación. El sábado, el ministro de Defensa, Dimitri Yazov, dijo que la estabilización en el país y la situación legal del ejército dependerán en gran medida de que las repúblicas acepten la superioridad de la ley soviética sobre sus propias leyes, especialmente en la defensa.

Yazov dijo que no fue avisado previamente del encuentro entre los dirigentes de Rusia y los diputados militares de esta república celebrado la víspera.

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