Crítica:POP

Entre el frío y el calor

El grupo británico The Christians vale lo que valen sus voces y sus canciones. Voces tiene unas cuantas. Además de su cantante principal, Gary Christian, seis de los siete miembros del grupo -todos, a excepción del batería-, ayudan en los coros, y permiten diferenciar al grupo por su riqueza armónica.La otra parte fundamental de su éxito -el grupo ha vendido 100.000 ejemplares en España de su último disco, Colour-, corresponde a las canciones, que se basan en una mezcla musical similar a las razas de los componentes de The Christians: blancas y negras. O negras y blancas, que en este ca...

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El grupo británico The Christians vale lo que valen sus voces y sus canciones. Voces tiene unas cuantas. Además de su cantante principal, Gary Christian, seis de los siete miembros del grupo -todos, a excepción del batería-, ayudan en los coros, y permiten diferenciar al grupo por su riqueza armónica.La otra parte fundamental de su éxito -el grupo ha vendido 100.000 ejemplares en España de su último disco, Colour-, corresponde a las canciones, que se basan en una mezcla musical similar a las razas de los componentes de The Christians: blancas y negras. O negras y blancas, que en este caso lo mismo da.

La música del grupo que lideran los hermanos Christian junto al teclista Henry Priestman, es una sucesión de temas agradables, inspirados en el soul más suave, aderezados con una pizca de gospel y arreglados según la norma que impera en buena parte del pop actual: con calidez y sin estridencias.

The Christians

Gary Christian (voz), Rusell Christian (saxo, teclados), Henry Priestman y Mike Graves (teclados), Chris Fletcher(percusión), Ike Leo (bajo), Mlke Bulger (guitarra), Paul Barlow (batería). Precio: 2.200 pesetas. Aforo: 1.800 personas. Sala Universal Sur. Madrid, 28 de octubre.

En Madrid, el grupo ofreció buen sonido -que empeoró en el transcurso del recital-, correcta instrumentación y voces empastadas. Y poco más. La ausencia de riesgo en la interpretación convirtió la actuación de The Christians en una sucesión de canciones agradables, con ritmos bailables y elementales, compuestas desde la ortodoxia y bien ejecutadas. Y también algo aburridas. Así, el preciosismo de siete voces no bastó para inclinar el recital hacia el frío o el calor, y la actuación de The Christians fue, simplemente, templada.

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