Sanidad y Asuntos Sociales destinan 600 millones a potenciar el uso de condones entre adolescentes

"Y no me corta nada decírselo a mi chico: ¡chaval, es bueno usar preservativo! Controlo la jugada. Ponerlo me resulta divertido y no me corta nada, nada llevarlo en el bolsillo, pedirlo en la farmacia. Que ya soy mayorcita para andar con bobadas". El éxito de Luz Casal No me importa nada adaptado a una letra provocativa romperá el fuego a primeros de noviembre de una campaña de Sanidad y Asuntos Sociales para prevenir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos entre adolescentes. Con un coste de 600 millones de pesetas, la campaña incluye -además de anuncios en radio, televisión y ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"Y no me corta nada decírselo a mi chico: ¡chaval, es bueno usar preservativo! Controlo la jugada. Ponerlo me resulta divertido y no me corta nada, nada llevarlo en el bolsillo, pedirlo en la farmacia. Que ya soy mayorcita para andar con bobadas". El éxito de Luz Casal No me importa nada adaptado a una letra provocativa romperá el fuego a primeros de noviembre de una campaña de Sanidad y Asuntos Sociales para prevenir las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos entre adolescentes. Con un coste de 600 millones de pesetas, la campaña incluye -además de anuncios en radio, televisión y vallas con el lema "Póntelo. Pónselo"- medidas como el reparto gratuito de un millón de condones y el pago de consultas ginecológicas.

Más información

Tras Luz Casal, los adolescentes españoles podrán escuchar los éxitos más conocidos de Semen Up, Loquillo y los Trogloditas y Gabinete Caligari adaptados a los objetivos que persigue la Administración con esta iniciativa. Todas las canciones, que se emitirán por las emisoras de frecuencia modulada, se cierran con un mensaje claro y contundente: "Si quieres hacer el amor y disfrutar sin el riesgo de quedarte embarazada, usa preservativos y así no tendrás a quién echar la culpa. Póntelo. Pónselo".El anuncio destinado a las televisiones se estaba rodando este fin de semana para corregir algunos aspectos con los que se mostraba disconforme el Ministerio de Educación.

Tanto el contenido de las cuñas radiofónicas como los otros mensajes se han elaborado partiendo de las conclusiones alcanzadas tras realizar dos estudios para conocer el grado de conocimiento de los adolescentes sobre las relaciones sexuales. Estos estudios, realizado el primero de ellos en Madrid y el segundo en toda España, han puesto de relieve que, incluso entre los hijos de la generación que protagonizó la revolución sexual de finales de los sesenta, sigue existiendo un cúmulo de errores y desconocimiento con respecto a la posibilidad de quedarse embarazada.

Chicas mal vistas

"El lema 'Póntelo. Pónselo' es fruto de dos de las conclusiones más claras: les decimos póntelo como una forma de exorcizar el miedo que tienen los chicos a ser observados, desnudos, cuando se colocan el preservativo. La segunda parte del lema -pónselo- responde a un intento de implicar a las chicas en el uso de ese método anticonceptivo y cambiar, de paso, la imagen de chicas mal vistas que aún tienen las que llevan preservativos, cuando, curiosamente, muchos chicos confiesan llevar en el bolsillo preservativos como una cuestión de prestigio pero raramente los usan", explica Carmen Arredondo, asesora del ministro de Sanidad y responsable directa del diseño de esta campaña.

Otra de las conclusiones de esos estudios es que a los adolescentes, independientemente de la clase social y grupos de edad les preocupa el problema del sida y otras enfermedades de transmisión sexual, así como el riesgo de un embarazo, pero jamás hablan de estos temas con su familia. Como consecuencia de esto se producen situaciones tan erróneas como creer que los embarazos se producen según la postura que se adopta para hacer el amor -"si lo haces de pie no te quedas", afirman-, o el número de veces -"la primera vez no puede haber embarazo"-. Creen también que éste no se produce "si no hay orgasmo", si "la chica contiene la respiración durante la eyaculación", o si "no se eyacula dentro de la vagina".

En cuanto al riesgo de embarazo piensan que éste es posible por el simple hecho de "ser besada o besar el pene". "Hemos elegido una campaña en la que se potencie el uso del preservativo porque cubre toda una serie de problemas que hay en este momento: junto al embarazo entre las menores de 20 años hay problemas que abordar como el aumento de la hepatitis B, que se transmite por vía sexual, el sida, el herpes genital y las gonorreas", dice Carmen Arredondo.

"Póntelo. Pónselo"

El lema "Póntelo. Pónselo" se repite en las solapas de los envases especialmente diseñados para los preservativos que se van a repartir a través del Instituto de la Juventud. La empresa Hispano Ico, fabricante de la marca Durex, estaba evaluando el viernes pasado el coste, a petición de ese organismo, que tendría para esta campaña un millón de profilácticos. En el interior de los envases van claramente explicadas las instrucciones de uso de los condones.

Además de éstos se van a repartir, junto con el Instituto de la Mujer; chapas, pegatinas, camisetas y folletos entre farmacéuticos y colegios. Uno de los aspectos de los que se va a ocupar directamente el Instituto de la Mujer es la puesta en marcha de programas piloto para financiar y facilitar el acceso a la consulta del ginecólogo de las jóvenes, según Carmen Martínez Ten, directora de ese organismo.

Ante las críticas que sin duda va a desatar esta iniciativa de la Administración, José Ignacio Pérez Infante, nuevo subsecretario del Ministerio de Asuntos Sociales, decía ayer "estamos preparados", al tiempo que sonreía respondiendo afirmativamente a la pregunta de si él, padre de dos chicas de 16 y 15 años, hablaba con ellas sobre las relaciones sexuales.

Archivado En