Mitterrand dice que el asilo de Aún en Francia es una "cuestión de honor"
La instalación como exiliado político del general Michel Aún en Francia es "una cuestión de honor- para ese país, afirmó ayer el presidente François Mitterrand en una conferencia de prensa. Francia, dijo Mitterrand, "garantizará en su embajada en Beirut la seguridad del general Aún, sus familiares y algunos de sus colaboradores, hasta el día en que puedan viajar a París tal como ellos desean".Mitterrand afirmó que Francia no tiene por qué pedir permiso a nadie para conceder el derecho de asilo a "personas amenazadas en sus vidas y libertades"
La reunificación del Ejército y de la capita...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
La instalación como exiliado político del general Michel Aún en Francia es "una cuestión de honor- para ese país, afirmó ayer el presidente François Mitterrand en una conferencia de prensa. Francia, dijo Mitterrand, "garantizará en su embajada en Beirut la seguridad del general Aún, sus familiares y algunos de sus colaboradores, hasta el día en que puedan viajar a París tal como ellos desean".Mitterrand afirmó que Francia no tiene por qué pedir permiso a nadie para conceder el derecho de asilo a "personas amenazadas en sus vidas y libertades"
La reunificación del Ejército y de la capital ya ha producido sus primeras consecuencias. La libra libanesa recuperó ayer un 30% de valor frente al dólar. Los libaneses continuaban, sin embargo, escépticos ante la posibilidad de que los últimos acontecimientos vayan a traerles la paz de hoy para mañana. "Quedan todavía muchos pequeños Aún antes de que podamos cantar victoria", aseguraba un viejo druso que ha aguantado los 15 años de guerra civil entre Beirut y la montaña.
La reapertura de la carretera internacional Beirut-Damasco, cerrada desde hacía siete años, culminó un proceso de recuperación de vías públicas que provocó el entusiasmo de los beirutíes.
De todos modos, el trabajo de los bulldozers no ha enterrado viejas heridas. Mi interlocutor recuerda aún los enfrentamientos entre milicianos drusos, liderados por Walid Jumblat, y cristianos de las Fuerzas Libanesas (FL), que llevaron al cierre del camino de Damasco en 1983.
Los soldados libaneses fieles a la legalidad, respaldados por sus aliados sirios, prosiguieron ayer su instalación en las zonas recién conquistadas, cuya población ha denunciado pillajes y actos de intimidación.
La derrota de Aún, añadió Mitterrand, "elimina toda excusa para que las tropas extranjeras permanezcan en Líbano. Según Mitterrand, los sirios deben abandonar Líbano en un plazo de dos años a partir de ahora, como establecen los acuerdos de Taef, e Israel debe liberar el sur de ese país.