Tomeo estudia una oferta de la Generalitat para escribir teatro

El narrador aragonés afincado en Barcelona, Javier Tomeo, estudia una propuesta del Centro Dramático de la Generalitat de Cataluña para que escriba una obra teatral. "Es un desafio seductor, pero aún no sé si recogeré el guante", afirmó ayer en El Escorial. Tomeo, que hoy viajará a Aviñón para asistir al estreno de la adaptación teatral de su novela El mayordomo miope, rehusó referirse a la obra de otros novelistas durante la segunda jornada del curso 15 años de novela española, que se realiza. en El Escorial "Me parece mas prudente hablar de mí mismo que de los demás", señaló. Santos Sanz Vil...

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El narrador aragonés afincado en Barcelona, Javier Tomeo, estudia una propuesta del Centro Dramático de la Generalitat de Cataluña para que escriba una obra teatral. "Es un desafio seductor, pero aún no sé si recogeré el guante", afirmó ayer en El Escorial. Tomeo, que hoy viajará a Aviñón para asistir al estreno de la adaptación teatral de su novela El mayordomo miope, rehusó referirse a la obra de otros novelistas durante la segunda jornada del curso 15 años de novela española, que se realiza. en El Escorial "Me parece mas prudente hablar de mí mismo que de los demás", señaló. Santos Sanz Villanueva, crítico y profesor de Literatura Española de la Universidad Complutense de Madrid, señaló durante el curso que en la literatura española "existe una conexión entre los escritores y el público que indica que el lector encuentra en nuestros autores las respuestas al tiempo en que vivirnos", y puntualizó: "Otra de las características de la nueva narrativa es que hay un cuidado mayor del lenguaje en muchos de los escritores. Se utiliza un castellano más rico y expresivo que hace 15 años". El crítico señaló que la experimentación narrativa ha sido la chica fea" de los últimos años Opinó que los problemas actuales no aparecen reflejados en las novelas porque los escritores no están pegados a la realidad inmediata. "Hace años que no encuentro un libro en el que aparezcan obreros esperando ' el autobús o cobrando el salario mínimo. Eso era parte del realismo social de los años sesenta". Santos Sanz Villanueva finalizó indicando que los años noventa serán buenos para la novela española.

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