Enseñanza privada y aprobados

El vicerrector de la Universidad Complutense daba en televisión un porcentaje del 55% para los alumnos que superan el COU. Oímos que uno de cada cuatro alumnos aprobados en selectividad no podrá cursar los estudios universitarios que desea ... Como docente o (?) enseñante (?) he tenido oportunidad de ver e incluso hacer cosas muy diferentes a estos datos. En la enseñanza privada, como los números nunca cuadran (y no hablo de sueldos), uno no tiene más remedio que ignorar las cifras y/o pensar que no se dedica a la enseñanza sino a otra cosa. Las 25 o 27 horas lectivas que ...

El vicerrector de la Universidad Complutense daba en televisión un porcentaje del 55% para los alumnos que superan el COU. Oímos que uno de cada cuatro alumnos aprobados en selectividad no podrá cursar los estudios universitarios que desea ... Como docente o (?) enseñante (?) he tenido oportunidad de ver e incluso hacer cosas muy diferentes a estos datos. En la enseñanza privada, como los números nunca cuadran (y no hablo de sueldos), uno no tiene más remedio que ignorar las cifras y/o pensar que no se dedica a la enseñanza sino a otra cosa. Las 25 o 27 horas lectivas que estipula el convenio para el personal docente se convierten en 32 o 33 horas; ese 55% de aprobados en COU sube en algunos centros al 90%; los 0,5 en matemáticas se convierten en suficientes (máxime cuando el director evita las reuniones de evaluación y hace pasar a cada profesor a su despacho para decirle que la del interesado es la única materia que le falta a un alumno para aprobar el COU). Basta, pues, con abonar religiosamente un elevado recibo en concepto de ¿enseñanza? para beneficiarse de esta subida de cantidades.Con el hecho de inflar notas, que vendrán muy bien para abrirse las puertas de la universidad pública -una ingeniería, por ejemplo-, ¿no asistimos a una privatización de la misma? Cuando hablan de eliminar la tan injusta selectividad, sólo puedo volver a sonreír, y si además leo (EL PAÍS, 29 de junio de 1990) Desinterés por el debate de la LOGSE, continúo sonriendo.-Teodora Natividad Gómez Díaz.