La gran Alemania nace hoy con la unión monetaria, económica y social

Alemania es ya una en lo económico, monetario y social. Desde la pasada medianoche, los marcos de la RDA, con sus retratos de Marx y Engels, no tienen validez, engullidos por los de la RFA. La esperanza coexiste con el temor entre los alemanes orientales, que en cuestión de meses han pasado de las limitaciones de planificación centralizada típica de los países del socialismo real a las oportunidades, y los riesgos, de la economía de mercado occidental.

La RDA ofrecía ayer la imagen de una liquidación por derribo. No es una unión, sino una absorción por parte de los vecinos y compatriota...

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Alemania es ya una en lo económico, monetario y social. Desde la pasada medianoche, los marcos de la RDA, con sus retratos de Marx y Engels, no tienen validez, engullidos por los de la RFA. La esperanza coexiste con el temor entre los alemanes orientales, que en cuestión de meses han pasado de las limitaciones de planificación centralizada típica de los países del socialismo real a las oportunidades, y los riesgos, de la economía de mercado occidental.

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La RDA ofrecía ayer la imagen de una liquidación por derribo. No es una unión, sino una absorción por parte de los vecinos y compatriotas del Oeste. Un Estado dejaba de existir. Y está claro quién impone las reglas.Los alemanes orientales aguardaban ayer con expectación que las tiendas abrieran, llenas de esos productos occidentales a los que durante décadas han tenido acceso con cuentagotas.

La unión (que aún no es política e institucional) les abre oportunidades, sobre todo de consumo, impensables hace meses. Y junto a ellas, les amenaza. con fantasmas como el desempleo y el espectacular descenso del poder adquisitivo. Al menos durante tres años tendrán que trabajar más y cobrar menos.

Marcos del Este se cambian por marcos del Oeste, uno por uno, pero con limitaciones: 2.000 para los menores de 18 años, 6.000 para los mayores de 60, 4.000 para el resto. Para los demás ahorros, el cambio será de uno por dos. Salarios y pensiones se reconvertirán a la par, pero en la RDA están muy, por debajo de los de la RFA. La desaparición de los subsidios subirá los precios de los bienes de consumo básicos, los servicios públicos y los alquileres.

Mientras la frontera entre los dos Estados alemanes desaparece en la práctica, se refuerza el control de la que separa a la RDA y Polonia, la controvertida línea Oder-Neisse, que ya no se discute. La Comunidad Europea teme que sea un coladero por el que penetren no sólo polacos, sino también rumanos y checos.

Páginas 3 y 4

Más información en El País Domingo

Editorial en la página 12

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