"La intensidad de Picasso no se da en la obra de ningún otro ser humano", dice Werner Spies

El experto en arte alemán participa en un seminario en el museo barcelonés dedicado al pintor

"La intensidad y la aceleración histórica que se dan en la obra de Pablo Picasso no existen en la de ningún otro ser humano individual del que tengamos noticia" afirma Werner Spies, experto en arte y especialista en Picasso y Max Ernst, sobre cuyas obras ha escrito una veintena de libros. Spies, que ha organizado exposiciones picassianas como Picasso escultor y Acuarelas, pasteles y dibujos de Picasso,participó en un seminario organizado por el Museo Picasso de Barcelona que reunió a expertos españoles e internacionales para debatir aspectos nuevos en los estudios sobre la obra del pintor mala...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

"La intensidad y la aceleración histórica que se dan en la obra de Pablo Picasso no existen en la de ningún otro ser humano individual del que tengamos noticia" afirma Werner Spies, experto en arte y especialista en Picasso y Max Ernst, sobre cuyas obras ha escrito una veintena de libros. Spies, que ha organizado exposiciones picassianas como Picasso escultor y Acuarelas, pasteles y dibujos de Picasso,participó en un seminario organizado por el Museo Picasso de Barcelona que reunió a expertos españoles e internacionales para debatir aspectos nuevos en los estudios sobre la obra del pintor malagueño.

Más información

"Picasso fue un hombre capaz de revolucionar la historia de la pintura mediante la formulación de leyes [las del cubismo] que parecían inmutables y que luego fueron destruidas por él mismo en épocas posteriores", explica Werner Spies; "el gran don y el gran problema de Picasso como artista y como persona eran su continua dinámica de creación y ruptura, que generó una obra deslumbrante, pero que también le creaba un enorme problema de insatisfacción y ruptura interna. Picasso no comprendió nunca al artista satisfecho, que caía en complacencia de sus pasadas obras. De hecho, a partir de la obra que realizó Picasso podrían construirse las trayectorias pictóricas de una cincuentena de personas, y cada una de ellas tendría una obra artística de primera magnitud".Werner Spies, de 53 años, pertenece a una de las últimas generaciones de expertos en arte que conocieron a Pablo Picasso. "Fui a verle", cuenta, "a principios de los años sesenta, cuando me encargaron un libro sobre sus esculturas y, por un lado, fue un encuentro que para mí será siempre mítico, pero por otra parte hubo desde el principio una comunicación muy fácil y muy natural".

Desde entonces, el estudio de las obras de Picasso y Max Ernst ha sido la especialidad de Spies, que es autor del catálogo razonado de la obra de Ernst y ahora mismo prepara la retrospectiva del centenario de este pintor para la Tate Gallery de Londres, la Staatsgalerie de Stuttgart y la Colección de Arte de Renania Wesltfalia, en Düsseldorf Spies es también catedrático de Historia del Arte en Tubinga (su ciudad natal) y ha escrito libros u organizado exposiciones sobre artistas como Andy Warhol, Ed Albers, Vasarely, Fernando Botero y Max Bill. Su intervención en el seminario del Museo Picasso se centró en el análisis del cuadro Guernica.

Guernica", opina Spies, "es el cuadro de Picasso que afecta a España de modo más particular y concreto, pero al mismo tiempo es el gran cuadro histórico de nuestro siglo. En el Guernica, Picasso no hizo un cuadro narrativo, no contó sólo la historia del bombardeo de una ciudad por los nazis, sino que trazó un panorama apocalíptico, que muestra la amenaza continua bajo la que vive la humanidad. Por otro lado, la mirada de las víctimas se dirige al cielo, pero es un cielo que no existe, el mismo cielo del que llueven las bombas".

El lado oscuro del siglo

"Guernica", para Spies, anuncia que la apocalipsis será obra del hombre, que el fin del mundo no será un acontecimiento sobrehumano, sino que formará parte de la cultura y la historia humanas. Y además de esto, la Exposición Universal de 1937 en París, en la que se presentó el cuadro, representó la universalización de la luz eléctrica como instrumento de reclamo; la luz simbolizaba la técnica y el progreso y muchos pabellones jugaban con un derroche de luz. En el Guernica, con sus tonos opacos, Picasso apagó la luz del falso optimismo y mostró la cara oscura del siglo".

Pese a estos grandes temas de la humanidad presentes en el Guernica, Werner Spies destaca el carácter extremadamente individualista de la obra picasslana. " No sé", dice, "si la obra de Picasso se sitúa en un contexto de reflexión sobre el destino de la humanidad. Yo creo que los estímulos de Picasso eran su mente y su sensualidad".

Spies señala que "ha sido una gran iniciativa del Museo Picasso de Barcelona y de María Teresa Ocaña [la directora] y su equipo, que ya me han ayudado mucho en anteriores ocasiones, como el montaje de la exposición de dibujos de Picasso".

Respecto a las raíces y motivaciones del pintor, Spies dice: "Muchas de las respuestas sobre Picasso que aún ignoramos deberían hallarse a partir de España".

Individualista y español

Según el experto alemán, "Picasso era un artista español, no un artista internacional. Su historia, su contexto, su formación fueron las de un artista español del siglo XIX que luego evolucionó hacia la vanguardia y hacia una categoría propia en la pintura del siglo, pero sus temas y su iconografía están ligados a su país".

"Yo creo", afirma Spies, "que, de haber muerto Franco antes que él, Picasso hubiera regresado inmediatamente a España; su pasión por España y, en concreto, por Barcelona era grande. Recuerdo que una vez, poco después de un viaje a España, fui a verle y me mostró un cuadro de los tejados de Barcelona, del período azul, y me preguntó si aún eran iguales que los de su tela".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En