La Generalitat y los socios de Catalana de Gas condicionan el acuerdo con Repsol

Los socios de Catalana de Gas, SA, entre los que se encuentra la Caja de Pensiones -La Caixa (24%)-, condicionan el acuerdo entre Repsol y Catalana para la creación de una gran distribuidora a que siga adelante la fusión entre la empresa gasista y Aguas de Barcelona.

Esta fue la posición de los socios de Catalana en el último consejo de administración de la sociedad en el que Pere Grau, presidente de la compañía, presentó el proyecto conjunto con Repsol. A la espera de la próxima sesión del consejo, fuentes del gabinete de presidencia de Catalana señalan que "cualquier terna referen...

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Los socios de Catalana de Gas, SA, entre los que se encuentra la Caja de Pensiones -La Caixa (24%)-, condicionan el acuerdo entre Repsol y Catalana para la creación de una gran distribuidora a que siga adelante la fusión entre la empresa gasista y Aguas de Barcelona.

Esta fue la posición de los socios de Catalana en el último consejo de administración de la sociedad en el que Pere Grau, presidente de la compañía, presentó el proyecto conjunto con Repsol. A la espera de la próxima sesión del consejo, fuentes del gabinete de presidencia de Catalana señalan que "cualquier terna referente a la estructura de la propiedad de la empresa no corresponde a sus gestores, sino que es competencia de los accionistas".La posición de La Caixa, partiendo de una reticencia inicial, se ha ido sesgando de forma favorable a los intereses del grupo petroquímico semipúblico en sus intentos de racionalizar el mercado del gas en España. Durante las últimas semanas, el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, y Josep Vilarasau, director general de La Caixa, se han reunido para tratar el tema. La posición de Vilarasau ha ido evolucionando hasta dar su beneplácito al preacuerdo Fanjul-Grau para la creación de una gran distribuidora. Inicialmente, el sector público intentó incrementar de una forma pactada su participación en Catalana de Gas, que actualmente supera el 11% sin representación en el consejo. Se contempló la posibilidad de que Repsol adquiriera el paquete de La Caixa, pero sobre este extremo tanto la empresa semipública corno la entidad de ahorro han trasladado el pulso hacia contrapartidas de orden prioritario. Repsol se conforma con crear una distribuidora con Catalana, pero sin absorberla accionarialmente como está haciendo en el caso de Gas Madrid al pactar la compra de la participación del Banco Pastor, y La Caixa mantiene su presencia en la sociedad gasista, lo que le permite seguir albergando su deseo de arbitrar la fusión con Aguas de Barcelona.

Cautelas

Posteriormente, la posición de la Generalitat, totalmente contraria a la creación de una distribuidora entre Catalana y Repsol -expresada por el conseller de Industria, Antoni Subirà-, ha venido a reforzar las cautelas iniciales de los impulsores de la idea, es decir Pere Grau y el propio Óscar Fanjul, presidente de Repsol. Catalana de Gas, que reconoce la existencia de un pacto con Repsol pero "niega la existencia de un acuerdo definitivo", matiza la postura de la Generalitat añadiendo que "en las decisiones estratégicas sobre este sector tiene una gran trascendencia la posición de las autoridades, tanto de la Administración central como la autonómica".La eclosión del gas natural explotado en su mayoría por Catalana imponía históricamente una solución como la diseñada por Fanjul que supondrá a medio plazo la desaparición de Enagás. Las resistencias al proceso -similares a las que encontró Pedro Durán Farell, ex presidente de la compañía al principio de esta década- han puesto en cuarentena la decisión de los actuales gestores de Catalana de Gas.

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