Peronistas y radicales negocian en Argentina un acuerdo histórico

El gobernante Partido Justicialista, brazo político del llamado Movimiento Peronista, y la Unión Cívica Radical, principal fuerza de la oposición, se preparan para alcanzar un amplio acuerdo que representantes de ambos partidos, mayoritarios en Argentina, califican de "simbólico". Un pacto entre radicales y peronistas provocaría la ruptura de la alianza que el Gobierno mantiene con la familia Alsogaray, el grupo que controla a su vez la Unión de Centro Democrático y representa a la derecha conservadora.

Las últimas declaraciones de los jefes de ambos partidos son síntomas claros de un i...

El gobernante Partido Justicialista, brazo político del llamado Movimiento Peronista, y la Unión Cívica Radical, principal fuerza de la oposición, se preparan para alcanzar un amplio acuerdo que representantes de ambos partidos, mayoritarios en Argentina, califican de "simbólico". Un pacto entre radicales y peronistas provocaría la ruptura de la alianza que el Gobierno mantiene con la familia Alsogaray, el grupo que controla a su vez la Unión de Centro Democrático y representa a la derecha conservadora.

Las últimas declaraciones de los jefes de ambos partidos son síntomas claros de un inminente pacto. Poco antes de iniciar tina breve gira europea, el ex presidente de la nación y actual líder del radicalismo, Raúl Alfonsín, reflexionaba en público del siguiente modo: "Si ya ha fracasado todo -la dictadura, nuestro Gobierno, que fue de un solo partido, y el pacto corporativo que intentó Menem- ¿qué es lo único que nos falta hacer? Lograr un acuerdo entre los dos grandes partidos populares del país, que sería histórico".Por su parte, el gobernador (le la provincia de Buenos Aires y presidente del Partido Justicialista, Antonio Cafiero, reconoció que en el documento aprobado el jueves por el plenario se había "atemperado" el capítulo que se refiere a la relación con el principal partido de la oposición. Los dos jefes, Alfonsín y Cafiero, se reunieron durante dos horas en privado el pasado martes.

Un secretario de Estado del Gobierno reveló a EL PAÍS que el presidente Menem y los ministros de su Gabinete van a "ajustar y corregir" el discurso público para diferenciarlo del liberalismo. El funcionario advirtió que esa recuperación del contenido social, típicamente peronista, "indudablemente va a afectar la relación con Álvaro Alsogaray", asesor personal del presidente Menem y cabeza del grupo que inspiró la política económica en marcha.

Una necesidad

Tras el fracaso del pacto "de personalidades que estén por encima de los partidos", propuesto por el presidente Menem al gobernador de la provincia de Córdoba, Eduardo Angeloz, su rival en las elecciones generales del pasado año, el jefe del Estado parece aceptar ahora el necesario acuerdo previo entre ambos partidos mayoritarios. El vicepresidente de EE UU, Dan Quayle, que pasó por Buenos Aires entre sus visitas oficiales a Chile y Brasil para la toma de posesión presidencial de Patricio Aylwin y de Fernando Collor de Mello, advirtió también en reunión privada con empresarios y políticos que el acuerdo entre radicales y peronistas es la condición para que su Gobierno promueva la asistencia financiera externa que necesita Argentina.

El obstáculo que podía suponer la mala relación personal entre Menem y Alfonsín tras un período de acusaciones mutuas comenzó a salvarse cuando el ex presidente designó a Eduardo Angeloz como coordinador de la comisión de su partido encargada del diálogo con las otras fuerzas políticas. Menem y Angeloz se reunirán nuevamente la semana próxima. El Gobierno ha convocado también a los dirigentes sindicales y empresarios para que estudien las bases de un pacto social. Todas las partes involucradas admiten que sólo tienen el mes de abril como plazo máximo para dar a luz el deseado bebé de la transición.