ENTREVISTA CON EL MINISTRO DE TRABAJO Y SEGURIDAD SOCIAL

Incertidumbre ante la segunda fase del diálogo

El Gobierno quiere discutir sobre fiscalidad, vivienda, sanidad y autorregulación de la huelga

El Gobierno va a abrir en las próximas semanas una segunda fase de la concertación social, con un temario cargado de reformas estructurales que debe ser fijado de común acuerdo con los sindicatos. La propuesta del Ejecutivo, acordada en Consejo de Ministros, contiene tres grandes núcleos de temas que se pueden abordar tanto en mesas bipartitas como tripartitas. El primero está constituido por la política de vivienda, infraestructura de transportes sanidad, medio ambiente y algunos aspectos de la fiscalidad.Un segundo bloque de asuntos entraría dentro del campo de las relaciones laborales, y de...

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El Gobierno va a abrir en las próximas semanas una segunda fase de la concertación social, con un temario cargado de reformas estructurales que debe ser fijado de común acuerdo con los sindicatos. La propuesta del Ejecutivo, acordada en Consejo de Ministros, contiene tres grandes núcleos de temas que se pueden abordar tanto en mesas bipartitas como tripartitas. El primero está constituido por la política de vivienda, infraestructura de transportes sanidad, medio ambiente y algunos aspectos de la fiscalidad.Un segundo bloque de asuntos entraría dentro del campo de las relaciones laborales, y debería incluir un gran acuerdo sobre formación profesional de carácter tripartito y que recoja tanto el desarrollo de los acuerdos bilaterales -ya cerrados por un lado con los sindicatos y por otro con la patronal- como otros temas que no se han tratado: la huelga y la solución de los conflictos a través de medidas no jurisdiccionales

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El tercer bloque que propone sea abordado con los sindicatos y con los empresarios es la adaptación de España ante la incorporación al mercado único. Para el Gobierno, es necesario alcanzar un gran consenso sobre los retos de 1993 que incluya principios de acuerdo sobre productividad, competitividad, costes laborales, carta comunitaria de derechos sociales, cohesión económica y social. Los precedentes que toma como referencia el ministro de Trabajo son el pacto de la Cofindustria y los grandes sindicatos italianos y otro acuerdo similar alcanzado en Bélgica.

De todo ello, el punto que sin duda va a encontrar la resistencia de los sindicatos es la huelga, que no quieren tratar ni como ley ni como autorregulación. Manuel Chaves asegura que cuando se estableció la metodología en la primera reunión no hubo un rechazo a que esa reforma fuera abordada, por ejemplo, estudiando los efectos que puede tener en sectores como el transporte, con una incidencia para los usuarios. El Gobierno está abierto a cualquier vía, ya sea la autorregulación, el pacto de servicios mínimos o una ley.

La complejidad de los puntos a abordar ahora no asusta al ministro de Trabajo, el cual asegura que "señalar que la segunda fase va a ser durísima es prematuro, porque parece indicar que la primera fase no lo fue. Y lo ha sido. Creo recordar que se han necesitado más de tres o cuatro sesiones por cada tema acordado, con reuniones hasta altas horas de la madrugada y con situaciones bastante difíciles. Lo que pasa es que, como la negociación era sobre puntos concretos, el margen de maniobra era estrecho y al encuentro se puede llegar rápidamente".

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