La exigencia rigurosa de Ros-Marbà
Suele obligarse Antoni Ros-Marba a programas de dificil empeño, y lo ha vuelto a hacer la pasada semana al abordar la versión de concierto de Pélleas et Mélisande, una de las grandes consecuciones de Claudio Debussy a partir de un concepto nuevo del drama musical derivado y enaltecedor del texto de Maeterlinck, pero también una de las partituras más delicadas de preparar y resolver con buen tino.Ros-Marbá, al frente de la Sinfónica de RTVE y un equilibrado conjunto de solistas, muy integrados en el mensaje debussyano, ha logrado mil maravillas con esta pieza que tanto impresionó a todos...
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Suele obligarse Antoni Ros-Marba a programas de dificil empeño, y lo ha vuelto a hacer la pasada semana al abordar la versión de concierto de Pélleas et Mélisande, una de las grandes consecuciones de Claudio Debussy a partir de un concepto nuevo del drama musical derivado y enaltecedor del texto de Maeterlinck, pero también una de las partituras más delicadas de preparar y resolver con buen tino.Ros-Marbá, al frente de la Sinfónica de RTVE y un equilibrado conjunto de solistas, muy integrados en el mensaje debussyano, ha logrado mil maravillas con esta pieza que tanto impresionó a todos cuando su estreno en la Opera Cómica de París, el año 1902, y cuyo temple artístico parece confirmar la teoría orteguiana sobre las obras artísticas radical y permanentemente impopulares.
Orquesta Sinfónica de RTVE
Director: A. Ros-Marbà. Solistas: J. Rodgers, F. le Roux, G. Bacquier, J. Tomlinson, C. Powell, Z. Master y L. Álvarez. Teatro Monumental. Madrid, 22 y 23 de febrero
Cuánta belleza en la interior¡zación del drama, expuesto guardando las distancias, cual asombrosa joya cuyo intenso brillo nos acompaña por mucho tiempo; qué extraordinaria musicalización de la palabra poética en su letra, en su espíritu, en su fluida pronunciación y en sus largas significaciones. Pero saber exponerla con nitidez y misterioso encanto es algo reservado a verdaderos maestros.
Antoni Ros-Marbà lo es y se identifica con la rigurosa exigencia de un arte extremadamente verídico, de una poética musical alquitarada y esencial. El director consiguió un nuevo triunfo, entregado al servicio de la pura música.