El concierto de los insumisos, encabezado por Llach y Pla, obtuvo un gran éxito de público

Más de 7.000 personas, en su mayoría adolescentes de habla catalana, llenaron anoche el Palacio de los Deportes de Barcelona en el recital organizado por la Plataforma d'Objectors per I'Insumisió, que contó con las actuaciones de Joan Américh, Albert Pla, Lluís Llach y Eléctrica Dharma. Durante el acto se corearon diversos eslóganes antimilitaristas, sin que ninguno llegara a erigirse en dominante sobre los demás.El concierto, planteado como una acto de difusión de los postulados de los insumisos, comenzó con cerca de media hora de retraso, hecho que no enfrió en absoluto los ánimos de la ...

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Más de 7.000 personas, en su mayoría adolescentes de habla catalana, llenaron anoche el Palacio de los Deportes de Barcelona en el recital organizado por la Plataforma d'Objectors per I'Insumisió, que contó con las actuaciones de Joan Américh, Albert Pla, Lluís Llach y Eléctrica Dharma. Durante el acto se corearon diversos eslóganes antimilitaristas, sin que ninguno llegara a erigirse en dominante sobre los demás.El concierto, planteado como una acto de difusión de los postulados de los insumisos, comenzó con cerca de media hora de retraso, hecho que no enfrió en absoluto los ánimos de la concurrencia. Las puertas del recinto se abrieron muy tarde, pasadas, las 21.30 horas, posiblemente como fruto de la bisoñez de los organizadores en el momento de enfrentarse con los problemas que supone una convocatoria de esta envergadura.

Innumerables tenderetes entretuvieron la espera del público. En ellos era posible adquirir todo tipo de objetos: desde productos artesanales manufacturados por presos chilenos, hasta las inevitables octavillas y demás material propagandístico, pasando por cintas de música, camisetas, banderas y otros elementos decorativos.

Pasadas las 22.30 horas, Joan Américh inició musicalmente el acto que había tenido prólogo en forma de encendida alocución por parte de un portavoz de la organización. Cerca de media hora estuvo sobre la escena Américh cuya música apenas fue audible debido a una sonorización que no mereció tal nombre.

Pla salió a escena a las 23.20 horas y actuó unos escaso 20 minutos, de forma tal que parecía ausente. Y a Pla le sucedió Lluís Llach, que subió al escenario a las doce de la noche para dar paso, antes de empezar a cantar, a "unos ainigos" que leyeron una proclama contra el servicio militar obligatorio. "No queremos ser los últimos en hacer la mili sino los primeros en no hacerla", dijeron.

El propio Llach añadió, antes de empezar a cantar: "Había mucha gente que quería que fuésemos pocos, hemos de proclamar que somos muchos". Poco después atacaba Abril del 74, acompañándose él mismo al piano.

En diversos momentos del recital, y especialmente durante la intervención de Llach, se encendieron velas como en los recitales de principios de los años setenta. El resultado artístico estuvo al nivel que se esperaba, ya que de hecho ninguno de los invitados -todos ellos participaron de manera desinteresada- realizó un recital completo, sino más bien unos apuntes de cada uno de sus repertorios, ajustados al contenido reivindicativo de la noche.

El presupuesto se acercó a los tres millones de pesetas, que los organizadores esperaban recuperar con la venta de entradas, cuyo precio era de 900 pesetas.

Con esa convocatoria, los insumisos quisieron hacer pública su abierta oposición al servicio militar, así como también al servicio social sustitutorio, alternativa que también rechazan de plano. En realidad, el acto de ayer está inscrito en una amplia campaña de sensibilización que comenzó hace cerca de un año, cuando a raíz de los primeros juicios a objetores, celebrados el pasado 16 de noviembre, una serie de artistas se ofreció para actuar de forma gratuita en festivales contrarios al servicio militar obligatorio.

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