Trueba estrena por primera vez una 'no comedia'

"Uno se empeña en filmar historias por razones pasionales", dice el autor de 'El sueño del mono loco'

El mono loco fue el que se bajó del árbol. Y el cuerdo fue el que se quedó sobre las ramas comiendo plátanos. El sueño del mono loco, inspirada en la novela del mismo título, es la primera no comedia que dirige Fernando Trueba, de 38 años, uno de los directores de mayor éxito del cine español (Opera prima, Sé infiel y no mires con quién), que anoche se estrenó en Madrid después de haber participado en el Festival de Venecia, en septiembre, y de haberse estrenado en Salamanca. "Uno se empeña en filmar historias por razones más pasionales que racionales", dijo ayer Fernando Trueba a este periódi...

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El mono loco fue el que se bajó del árbol. Y el cuerdo fue el que se quedó sobre las ramas comiendo plátanos. El sueño del mono loco, inspirada en la novela del mismo título, es la primera no comedia que dirige Fernando Trueba, de 38 años, uno de los directores de mayor éxito del cine español (Opera prima, Sé infiel y no mires con quién), que anoche se estrenó en Madrid después de haber participado en el Festival de Venecia, en septiembre, y de haberse estrenado en Salamanca. "Uno se empeña en filmar historias por razones más pasionales que racionales", dijo ayer Fernando Trueba a este periódico.

Al estreno, anoche, en el cine Gran Vía, asistieron, además del director, el productor de la película, Andrés Vicente Gómez, y nombres del cine y de la cultura como Carlos Saura, Luis G. Berlanga o Francisco Umbral. Los actores principales no acudieron por motivos de rodaje.El sueño del mono loco no es una comedia, pero el autor se niega a clasificarla. Transcurre en el París de hoy y la protagoniza un guionista de cine, Dan Gillis, en una historia de amor y obsesión sexual basada en la novela del mismo título de la que es autor el también cineasta Christopher Frank. "Uno decide rodar una historia porque hay algo en ella que te atrae: quizá sean el tono, los personajes... El sueño del mono loco fue una novela que me conmovió y desde el primer momento la vi como una película, como algo muy mío y muy personal", dice Trueba, a quien lo que más le gusta hacer en la vida es ver cine y leer. En la historia original el guionista era francés pero Trueba lo convirtió en americano para darle más espontaneidad. Algunos críticos han hablado de thriller sicológico. En el filme el guionista prepara una película, pero la hermana del director y la agente del guionista forman una suerte de trampa. En la elaboración del guión el director empleó un año de trabajo, con ocho versiones en castellano y cinco en inglés.

Trueba leyó la novela hace once años, antes de haber dirigido, y entonces contó al escritor que pretendía llevar su historia al cine pero aún no tenía financiación. En un viaje en coche que hizo a Cannes, el productor Andrés Vicente Gómez se interesó por la idea de inmediato. La película fue proyectada en el último festival de Venecia, y ya se ha proyectado en Salamanca y otras ciudades españolas.

"El mono loco es una película difícil de etiquetar", dice Trueba, a quien no importa que se le considere un cineasta "que hace comedias" porque considera que el humor es una forma privilegiada de ver el mundo.

Fiel al libro

Según dice, su película es fiel al espíritu del libro, aunque es una reinterpretación y una recreación. Creo que el cine y la literatura tienen poco que ver, trabajan con materiales muy distintos. Yo he hecho mi versión del libro. Aunque se han cambiado cosas, lo que gustó a Christopher Frank (el autor de la novela) es que siempre que había necesitado cosas, las había buscado dentro de la novela".Se trata de una película internacional en la que los personajes, de distintas nacionalidades, son interpretados por compatriotas. Al principio nadie creía viable el empeño del director de descubrir a un niño que hablase francés e inglés y además fuese buen actor, pero al cabo de numerosas pruebas fue hallado Jerome Natali, que reunía las condiciones.

"La tendencia a salir del cine español la ha habido siempre", comentó ayer Trueba, y citó los ejemplos de las películas Rio abajo, de José Luis Borau, El túnel, de Antonio Drove, ambas rodadas en inglés; In and out, o Berlín Blues, de Ricardo Franco... "En mi caso esa tendencia responde a la historia. Si transcurre en Las Alpujarras, rodaré allí. Si en París, pues en París". El rodaje de El sueño del mono loco comenzó en noviembre de 1988 en París y continuó cerca de Madrid. Intervienen también en la película Miranda Jackson, Anemone y Dexter Fletcher.

El de El mono loco acabó en agosto y Trueba considera que ya puede ver la película con suficiente distancia. Ahora trabaja en el guión de una comedia, Two much, y en la producción de una serie, Magos de la tierra, sobre artistas primitivos.

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