Entrevista:CAMBIOS EN EL ESTE

Mazilu: "No quiero hablar del pasado"

El vicepresidente de Rumanía acusa a sus críticos de estar dirigidos por la Securitate

BERNA G. HARBOUR ENVIADA ESPECIAL Dumitru Mazilu, vicepresidente de Rumania, número dos del Frente de Salvación Nacional, que tomó el poder tras la huida de Nicolae y Elena Ceaucescu, se está convirtiendo en la primera víctima del mismo. Una vez descorchada la botella, los rumanos ya no callan, han aprendido a opinar. Y así, Mazilu se ha convertido esta semana en objeto de las críticas, en la Prensa y en la calle, por ese pasado comunista que comparte con los miembros del Frente. El dedo acusador no disculpa con su disidencia de los últimos años su presencia durante dos décadas en las filas de...

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BERNA G. HARBOUR ENVIADA ESPECIAL Dumitru Mazilu, vicepresidente de Rumania, número dos del Frente de Salvación Nacional, que tomó el poder tras la huida de Nicolae y Elena Ceaucescu, se está convirtiendo en la primera víctima del mismo. Una vez descorchada la botella, los rumanos ya no callan, han aprendido a opinar. Y así, Mazilu se ha convertido esta semana en objeto de las críticas, en la Prensa y en la calle, por ese pasado comunista que comparte con los miembros del Frente. El dedo acusador no disculpa con su disidencia de los últimos años su presencia durante dos décadas en las filas de la Securitate. "No quiero hablar del pasado", dice en esta entrevista concedida a EL PAÍS.

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El vicepresidente rumano se revuelve contra sus críticos, a los que acusa de estar dirigidos por la Securitate, la policía política de la que él mismo formó parte. Burócrata del partido comunista durante décadas, Mazilu, de 55 años, ganó su prestigio como disidente a partir de 1986, cuando empezó a informar a la ONU sobre las violaciones de derechos humanos. Poco después, el régimen de Ceaucescu le condenó a un arresto domiciliario del que fue rescatado el 22 de diciembre.Pregunta. ¿Quién está detrás de esta campaña en la Prensa contra su presencia en la dirección del país?

Respuesta. La antigua burocracia, la Securitate, los terroristas siguen luchando contra la revolución e intentan destruir nuestras conquistas.

Antigua burocracia

P. ¿Pero eso significa que hay gente en Romania Libera, [diario rumano que encabeza esta campaña contra Mazilu] que todavía responde a las órdenes de los terroristas?

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R. Sí. Hay gente en este periódico que está en contacto, con la antigua burocracia, que está dispuesta a luchar contra nuestros intereses. Esta campaña no tiene, nada en común con nuestras ideas, sino con la dictadura. Es una campaña totalmente estalinista, totalmente ceaucesquista. Cuando Ceaucescu decidía degradar a alguien, usaba los mismos métodos. Éste es el problema. Estos métodos no tienen cabida en nuestra revolución. No tengo ningún deseo de hablar con esa gente. La Securitate me ha torturado durante cinco años. Porque a pesar de que yo apoyé a Ceaucescu porque creía que su orientación era buena, cuando vi claramente que él estaba contra la gente decidí asumir el riesgo y luchar directamente contra él.

P. Parece que algunos miembros del. Frente se han hecho eco de estas críticas y piden su salida del mismo.

R. No; al contrario. Yo he ofrecido mi dimisión, pero ya desde antes de esta campaña.

P. En la manifestación del viernes 12, los presentes preguntaron por su pasado a Ion lliescu [presidente] y a usted. lliescu respondió; usted, no.

R. Yo no dialogo con esa gente., Rechazo tener un diálogo con quienes publican lo que les manda la Securitate.

P. Pero usted mismo fue profesor en la academia de la Securitate de Baneasa.

R. No quiero hablar de esto. ¿Me preguntan quién es Mazilu? Mazilu es el hombre que en los últimos cinco años, asumiendo todos los riesgos, decidió con su familia informar a las Naciones Unidas sobre los derechos humanos en Rumanía. Preparé un informe de 175 páginas en el que presenté la situación desesperada en que nos encontrábamos. Y por esta razón intentaron matarme, me amenazaban, me mantuvieron bajo arresto.

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