EA pide al Parlamento vasco una comisión que investigue el juego

El parque de máquinas recreativas con premio (tipo B) en la comunidad autónoma vasca ha aumentado en varios miles en tres años, de forma aparentemente ilegal. La proliferación de tragaperras ha dado lugar a un mercado negro de licencias, según fuentes no oficiales vinculadas al control del juego, difícil de evaluar, pero situado en torno a miles de millones de pesetas. Eusko Alkartasuna (EA) va a solicitar al Parlamento vasco la creación de una comisión investigadora.Las presuntas irregularidades fueron evocadas en un debate con el lehendakari, José Antonio Ardanza, por Juan Porres, por...

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El parque de máquinas recreativas con premio (tipo B) en la comunidad autónoma vasca ha aumentado en varios miles en tres años, de forma aparentemente ilegal. La proliferación de tragaperras ha dado lugar a un mercado negro de licencias, según fuentes no oficiales vinculadas al control del juego, difícil de evaluar, pero situado en torno a miles de millones de pesetas. Eusko Alkartasuna (EA) va a solicitar al Parlamento vasco la creación de una comisión investigadora.Las presuntas irregularidades fueron evocadas en un debate con el lehendakari, José Antonio Ardanza, por Juan Porres, portavoz de EA, en septiembre pasado. Ardanza ofreció a Porres colaborar para aclarar el caso, pero, según declaró ayer Porres, desde entonces, el presidente del Ejecutivo autónomo no ha aceptado ningún diálogo al respecto.

La concesión de permisos de explotación de máquinas tragaperras quedó regulada por el Gobierno vasco el 2 de julio de 1985, mediante un decreto. La comunidad vasca tiene competencia exclusiva en esta materia. La norma tenía por objeto, según reza el preámbulo, "reducir el parque de máquinas existentes". El número de máquinas registradas, por el contrario, ha crecido desde aproximadamente 11.000 hasta 17.500, como adelantó ayer el periódico El Mundo.

Para conseguir un permiso de explotación, los operadores quedaban obligados a presentar justificantes del pago de la tasa fiscal de los años 1984 y 1985. Con objeto de impedir el crecimiento del parque sobre el existente en el primero de los años citados, el decreto especificaba que la tasa de 1984 debía haber sido liquidada "en fecha anterior a la entrada en vigor" de la norma legal.

En diciembre de 1985, en una comparecencia ante la Cámara de Vitoria, el consejero de Interior y destacado dirigente del Partido Nacionalista Vasco, Luis María Retolaza, cifraba en 3.363 las tragaperras con permiso legal. El número de las que estaban operando y pagaban la tasa de juego era ya muy superior. La cifra ha aumentado después considerablemente, aunque la información disponible es contradictoria y confusa.

Tasa sobre el juego

La Consejería de Interior, cuyo actual titular es el también peneuvista Juan Lasa, no facilita el número de máquinas, ni siquiera a los profesionales, según ha reconocido la patronal del sector de Vizcaya. La Diputación Foral de este territorio, responsable del cobro de la tasa sobre juego, admite un crecimiento espectacular. De 5.750 máquinas al corriente de pago en 1984 se ha pasado a 9.200 en 1989, unas 2.000 con permiso definitivo, y el resto, con licencia provisional.En total, hay registradas en la actualidad, según cálculos procedentes de las diputaciones, 17.528 máquinas, cinco veces las citadas por Retolaza hace poco más de tres años y unas 6.000 más de las que pagaban la tasa en 1984.

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El incremento es conocido por las autoridades de la Consejería de Interior del Gobierno vasco. Un informe oficial elaborado el 2 de marzo de 1988 por el agente de la Ertzaintza (policía autonómica) Alfredo Nájera Cerrillo señalaba el número de 14.191 sólo en Vizcaya y Guipúzcoa. Un portavoz del departamento vasco de Interior informó ayer de la negativa de cualquier responsable a comentar este asunto.

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