Pastrana y Turbay Ayala dimiten en protesta por el referéndum sobre las extradiciones

El gobernante Partido Liberal y el opositor Partido Social Conservador de Colombia amanecieron ayer, jueves, sin dirigentes. Los ex presidentes Julio César Turbay Ayala, jefe de los liberales, y Misael Pastrana, líder de los conservadores, renunciaron en protesta por la indisciplina de sus grupos parlamentarios.

Los diputados aprobaron en la noche del miércoles, por 15 votos a favor y cuatro en contra, convocar un referéndum sobre la extradición de nacionales a Estados Unidos. La decisión fue tomada en una comisión del Seriado y rectificó otra adoptada la semana anterior por la Cáma...

El gobernante Partido Liberal y el opositor Partido Social Conservador de Colombia amanecieron ayer, jueves, sin dirigentes. Los ex presidentes Julio César Turbay Ayala, jefe de los liberales, y Misael Pastrana, líder de los conservadores, renunciaron en protesta por la indisciplina de sus grupos parlamentarios.

Los diputados aprobaron en la noche del miércoles, por 15 votos a favor y cuatro en contra, convocar un referéndum sobre la extradición de nacionales a Estados Unidos. La decisión fue tomada en una comisión del Seriado y rectificó otra adoptada la semana anterior por la Cámara de representantes, pese a las insistentes solicitudes del presidente Barco y su ministro del Interior, Carlos Lemos, de no incluir en una votación popular el tema de la extradición, porque sería hacer una concesión a los intereses de los narcotraficantes, que con dinero y violencia podrían influir en el sufragio.El ministro del Interior, Carlos Lemos, no dudó en advertir que poner a los colombianos a decidir sobre este candente tenia desataría "una carnicería". Por su parte, el presidente Barco, en carta enviada al Senado el pasado miércoles, alertó sobre posibles riesgos para "la paz interna de Colombia".

Origirialmente, el debate de la extradición fue incluido por la Cámara de Representantes como tema de la consulta popular convocada para el próximo 21 de enero. El miércoles, el Senado decidió convocar dos referendos: uno el 21 de enero, en el cual se consultará al pueblo colombiano sobre la circunscripción especial para la paz que posibilita al M-19 ingresar en el Congreso; el voto obligatorio; la creación de la vicepresídencia, y la ratificación del articulado de la reforma constitucional. El referéndum del 25 de septiembre consultará tres temas: la extradición; la creación de una asamblea constituyente y el otorgamiento al Ejecutivo de poderes extraordinarios para reformar la justicia.

Refrendo parlamentario

Para que la decisión de la comisión primera del Senado se convierta en acto legislativo debe ser aprobada por el pleno de esa corporacíón y ser refrendada en la Cámara de Representantes. Para este trámite apenas quedan tres días, pues la legislatura concluye el próximo sábado. El ministro de Gobierno invocó a la sensatez al Parlamento para que rectifique su posición frente a lo que el Gobierno considera como "una catástrofe para la democracia colombiana".Lo que ocurrió ayer en el Senado es un claro reflejo de la rebelión liberal contra sus jefes y contra el presidente Barco. La propuesta de mantener la extradición como tema del referéndum en fecha distinta al 21 de enero surgió del liberalismo. A la hora de la votación, sólo cuatro integrantes de este partido dieron el voto negativo. El resto de los 19 integrantes de la comisión, siete liberales, siete conservadores y uno de la unión patriótica, dieron el sí. Hernando Hurtado, senador de la Unión Patriótica, fijó claramente su posición. La UP siempre se ha mostrado en contra del envío de nacionales a Estados Unidos. "No entiendo la moral que se maneja en este recinto", dijo. "Para unos es inmoral votar por la extradición en enero, pero es moral hacerlo en septiembre obedeciendo intereses que todos conocemos".

Los conservadores votaron por el sí. Su posición no fue argumentada ideológicamente. Al anunciar el voto colectivo, el senador Hugo Escobar Sierra no se refirió a la extradición. Dijo simplemente que el social-conservadurismo apoyaba la rebelión liberal contra su partido y contra su presidente. "Los conservadores me están sacando el cuerpo a una decisión, es una manera de no decir nada; es una posición pusilánime".