Crítica:MÚSICA CLÁSICA

Cristóbal Halffter y sus 'Elegías'

Los asiduos a los conciertos de los viernes, a pesar de tratarse de otros asiduos, siguen, como los anteriores, con su actitud desdeñosa hacia la música de su tiempo. Así, Cristóbal Halffter y la Orquesta Nacional no llenaron el Auditorio de Príncipe de Vergara con un programa a todas luces interesante, atractivo y lleno de bellezas. El compositor madrileño dirigió sus Elegías a tres poetas españoles (1975) y el Concierto para orquesta, de Bartok, escrito en 1943.La obra dedicada a la muerte en diversas circunstancias dramáticas de Antonio Machado, Miguel Hernández y Feder...

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Los asiduos a los conciertos de los viernes, a pesar de tratarse de otros asiduos, siguen, como los anteriores, con su actitud desdeñosa hacia la música de su tiempo. Así, Cristóbal Halffter y la Orquesta Nacional no llenaron el Auditorio de Príncipe de Vergara con un programa a todas luces interesante, atractivo y lleno de bellezas. El compositor madrileño dirigió sus Elegías a tres poetas españoles (1975) y el Concierto para orquesta, de Bartok, escrito en 1943.La obra dedicada a la muerte en diversas circunstancias dramáticas de Antonio Machado, Miguel Hernández y Federico García Lorca constituye un tríptico cuya intensidad y violencia aumenta de movimiento en movimiento. A mí me suena muy auténtica la quietud expectante de la Elegía a Machado, inspirada en unos versos hermosísimos de Jorge Manrique muestra temprana del "dolorido sentir" español que en Halffter encuentra uno de los pocos verdaderos reflejos sonoros Me abruma un poco, en cambio, la multiplicación de las percusiones gruesas en la Elegía a García Lorca, más fisica y apabullante pero no más dramática que las anteriores.

Orquesta Nacional de España

Director: C. Halffter.Obras de Halffter y Bartok. Auditorio Nacional. Madrid, 27 de octubre.

El autor hizo una versión ex celente, acaso la mejor que le he escuchado, en particular por la intencionalidad y realización de la elegía primera. Al lado de lo conseguido con la ONE en su propia partitura, resultó un poco pálida la interpretación de Bartok, cuyo concierto siente y entiende Halffter con honda veracidad, pero cuya realización habría precisado, quizá, de más ensayos que los habituales pues se trata de una partitura tan compleja en su estructura como aparentemente sencilla en sus formas y expresiones. En suma, un buen concierto y un gran éxito para Cristóbal Halffter.

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