34ª SEMANA DE CINE DE VALLADOLID

"No me recuerdo con pelo", dice el actor José Luis López Vázquez

Con una relajada mesa redonda entre José Luis López Vázquez, cinco de sus directores y los autores de los dos libros que hasta ahora se han dedicado al estudio de su vida y su obra, terminó el homenaje que la 34º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) ofrece al actor español, todo un personaje de inmensa popularidad, que no se recuerda a sí mismo con pelo, "como si hubiera nacido calvo". Mientras tanto, comienzan a aparecer algunas películas de interés en la sección oficial competitiva.

Durante varias horas, los directores de cine Rovira Beleta, José María Forqué, Pedro Ma...

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Con una relajada mesa redonda entre José Luis López Vázquez, cinco de sus directores y los autores de los dos libros que hasta ahora se han dedicado al estudio de su vida y su obra, terminó el homenaje que la 34º Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) ofrece al actor español, todo un personaje de inmensa popularidad, que no se recuerda a sí mismo con pelo, "como si hubiera nacido calvo". Mientras tanto, comienzan a aparecer algunas películas de interés en la sección oficial competitiva.

Durante varias horas, los directores de cine Rovira Beleta, José María Forqué, Pedro Masó, Francisco Regueiro y Antonio Drove, todos ellos con el común denominador de haber dirigido en alguna o algunas de sus películas a López Vázquez, mantuvieron con éste, con la actriz María Luisa Ponte y con los escritores Antonio Fernández Oliva y Eduardo Rodríguez, autores de los dos libros hasta ahora publicados sobre el actor, un coloquio donde salieron a relucir algunos rasgos que han convertido a López Vázquez en un personaje fundamental de nuestro cine.López Vázquez afirmó que después de rodar 227 películas sigue sintiendo el mismo miedo ante la cámara que cuando era un aprendiz: "Siento cada vez que actúo que hay una espada de Damocles sobre mi cabeza, y tengo miedo, un miedo que no termina hasta que la película se ha estrenado".

Según Masó y Rovira Beleta, resulta muy gratificante trabajar con López Vázquez. Rovira Beleta prefiere su faceta dramática a la cómica, y, por su parte, Masó asegura: "Es fácil escribir un guión para él. Es un personaje con tanta personalidad que se mete por sí solo en el guión, y desde el principio uno sabe qué puede decir y cómo va a hablar. He hecho muchas películas con él y en todas ellas López Vázquez facilitó el trabajo". Para los cineastas Francisco Regueiro y Antonio Drove, en cambio, no fue fácil trabajar con López Vázquez. Regueiro declaró: "Lo que más recuerdo no son las dos películas que hice con él, sino las ideas que tuve para hacer otras películas que nunca se hicieron".

Por su parte, Drove dijo: "Tuve que hacer con López Vázquez una de las escenas más difíciles que he hecho nunca. Fue en El caso Savolta, y allí improvisamos diálogos en escenas muy complejas, con resultados que a mí me dejaron completamente satisfecho".

Identificación

José Luis López Vázquez, hombre pareo en palabras, no se siente consciente de su condición de personaje: "Si soy calvo, bajito y con bigote, lo soy desde siempre, hasta el punto de que no me acuerdo de mí mismo cuando tenía pelo. No sé si eso facilita que los españoles se identifiquen conmigo. En cualquier caso, no me sale así espontáneamente, sino que lo que se ve en la pantalla es producto de un estudio, de un trabajo y de una elaboración. Es esta elaboración la que permite al actor improvisar de cuando en cuando".Mientras tanto, comienzan a verse películas interesantes en la sección oficial. Una de ellas, Un toque de infidelidad, es blanda y rosácea, pero está bien interpretada por Isabella Rossellini, la hija de Ingrid Bergman, que parece ya una actriz preparada para el despegue. Interesaron también el filme británico Grandes ambiciones, escrito y dirigido por Mike Leigh; El fin de los viejos tiempos, una bonita película de Jiri Menzel, legendario cineasta de la primavera de Praga. Ciudad cero, una poderosa y extraña farsa política del ruso Karen Shajanazarov; y Ojos azules, filme argentino del alemán Reinhardt Hauff.

Cualquiera de ellas tiene algún mérito, al menos parcial, para figurar en la lista de premios, lo que una vez más pone de manifiesto el buen tono medio y la coherencia que caracterizan a la selección oficial de la Seminci.

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