Un mano a mano

Un reajuste más, en, la esperanza de ser el último, se ha tenido que plantear la Junta Administrativa. Hasta última hora se espera la posible presencia de Joselito y al no existir, por el momento, un rotundo triunfador, para poder sustituir al torero madrileño, se ha optado por el mano a mano entre Roberto Domínguez, sustituto de Juan Mora en el cartel inicial, y Miguel Baez Litri, con toros andaluces de Manolo González.Antes que perder fuerza, el cartel, adquiere interés y así les parece a algurios aficionados y revendedores que pululan en los aledaños de la plaza.

Éstos están p...

Un reajuste más, en, la esperanza de ser el último, se ha tenido que plantear la Junta Administrativa. Hasta última hora se espera la posible presencia de Joselito y al no existir, por el momento, un rotundo triunfador, para poder sustituir al torero madrileño, se ha optado por el mano a mano entre Roberto Domínguez, sustituto de Juan Mora en el cartel inicial, y Miguel Baez Litri, con toros andaluces de Manolo González.Antes que perder fuerza, el cartel, adquiere interés y así les parece a algurios aficionados y revendedores que pululan en los aledaños de la plaza.

Éstos están pletóricos de trabajo en esta feria al no conocerse desde hace mucho tiempo tan inusitado interés por la Fiesta en Bilbao.

No comparecen esta vez Espartaco, Joselito, Juan Mora, ni pueden actuar los rejoneadores por el problema de la peste equina, y el coso de Vista Alegre se llena prácticamente sin apenas devolución de entradas.

Taquillas

Isidro Lomana, eficaz administrador, se mueve con mucha soltura en el pequeño cuadrilátero de las taquillas, atento a otros muchos aspectos: un transportita que llega a cobrar un embarque de toros, un encargo de entradas, una llamada urgente. Va como una moto.

Por otro lado, José Carlos Zubiaur, delegado del Gebierno Vasco (sustituto del anterior gubernativo) va y viene sudoroso con la documentación de la corrida que acaba de llegar, mientras Arrieta y Ziluaga -veterinarios- se prestan a reconocer la corrida de Dionisio Rodríguez, atacada de kilos y nerviosa.

Más allá, Manolo Chopera y su hijo Óscar se pegan al teléfono y cierran la puerta a la indiscreción. Mientras tanto, en la calle la gente vive con fuerza esta edición de la Feria de Bilbao.