LA VISITA PAPAL

Muere un osezno que iba a ser regalado al Pontifice

El Vaticano no quería hacerse cargo del osezno que los asturianos le iban a regalar al Papa en Covadonga. La Santa Sede temía que el caso pudiese terminar como el del pollino que le regalaron a Wojtyla en Brasil y que Roma nunca aceptó. El problema no llegó a plantearse, ya que el osezno murió antes de la visita papal. Los asturianos dicen que murió "de pena" por no haber sido acogido, aunque otros prefieren pensar que quiso fallecer antes que renunciar a su libertad en las praderas asturianas....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Vaticano no quería hacerse cargo del osezno que los asturianos le iban a regalar al Papa en Covadonga. La Santa Sede temía que el caso pudiese terminar como el del pollino que le regalaron a Wojtyla en Brasil y que Roma nunca aceptó. El problema no llegó a plantearse, ya que el osezno murió antes de la visita papal. Los asturianos dicen que murió "de pena" por no haber sido acogido, aunque otros prefieren pensar que quiso fallecer antes que renunciar a su libertad en las praderas asturianas.

Más información
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En