Cartas al director

El obispo y la foca

La foca monje Peluso, de una especie en peligro de extinción, tenía una argolla clavada y lasPasa a la página siguiente...

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La foca monje Peluso, de una especie en peligro de extinción, tenía una argolla clavada y lasPasa a la página siguiente

El obispo y la foca

Viene de la página anteriorFuerzas Armadas la han salvado de una muerte segura y de una agonía atroz. Esta simpática acción ecológica y humanitaria de nuestros ejércitos constituye un ejercicio más de los que a diario demuestran su pericia y su entrenamiento. Mientras el salvamento ha merecido una aprobación amplia y las felicitaciones de organizaciones mundiales como Greenpeace, dice de ello el señor obispo de Málaga que "se da una contradicción: mientras salvamos la vida de una foca poco hacemos para proteger los fetos humanos" (sic).

Parece que el fervor antiabortista del prelado en su artículo titulado Las contradicciones del verano le hace confundir el tocino con la velocidad, puesto que mezcla una noticia agradable con los datos sobre abortos, que nada tienen que ver. En otro párrafo del artículo, monseñor Buxarrais muestra su desconocimiento de la realidad española cuando afirma que "varnos ganando en aprecio, en sensibilidad y protección de los anirnales", lo que sí que de verdad está en contradicción tanto con la actitud del propio señor obispo hacia el sufrimiento de Peluso como, por ejemplo, con el incremento en la tortura a animales en las fiestas populares de esta época estival, lacra ésta por la que ni monseñor Buxarrais ni los otros eclesiásticos hacen lo más mínimo para evitarla.

Me parece excelente que el señor obispo siga los dictados de Roma respecto a las prácticas abortivas, pero, ¡por favor!, sin meter a los otros mamíferos en el asunto. Y es oportuno recordarle cómo la Iglesia católica trató a adultos -no a fetos- cuando tuvo poder para hacerlo: 18.320 españoles adultos fueron quemados vivos en la época de la Inquisición, cuyas hogueras constituyen crímenes horribles contra la humanidad.- Luis Dourdil.

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