Literatura mohosa
Quiero felicitarle por la tenacidad que desde hace años muestra el suplemento de Libros de su periódico por llenar el desconocimiento que durante tantos años hemos tenido de las letras europeas, indicándonos con muy buen tiento el modelo a seguir (el francés), para que nuestras letras brillen tanto como brillaron en el pasado las suyas, mirando al norte, que es lo suyo.Pero más aún, quiero felicitarle por el enorme esfuerzo que viene haciendo en los últimos años por difundir y tratar de incorporar a las preferencias del
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Quiero felicitarle por la tenacidad que desde hace años muestra el suplemento de Libros de su periódico por llenar el desconocimiento que durante tantos años hemos tenido de las letras europeas, indicándonos con muy buen tiento el modelo a seguir (el francés), para que nuestras letras brillen tanto como brillaron en el pasado las suyas, mirando al norte, que es lo suyo.Pero más aún, quiero felicitarle por el enorme esfuerzo que viene haciendo en los últimos años por difundir y tratar de incorporar a las preferencias del
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público español a lo más mírnético, mohoso y rancio de la actual literatura española. Es decir, la de Marías, la de Millás, la de Mateos, la de Guelbenzu, la de Llarnazares, la de Satué y la de parecidos jóvenes momias, como la de la última promocionada, la autora de la Historia de no, que no es una historia sino un petardo húmedo.
Desde luego, si usted no los apoya, quién lo iba a hacer. La gente, no, y mucho menos la historia. Seguro.-