El pleno de los comunistas polacos, marcado por la división

El pleno del Comité Central del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP, comunista) que comenzó ayer constituye la primera ocasión parasus miembros antirreformistas de enfrentarse con la dirección, a la que culpan de la derrota electoral de junio. El principal acusado ha sido el primer ministro dimisionario Mieczyslaw Rakowski.

El pleno tomará hoy decisiones sobre la sustitución del general Wojciech JaruzeIski -elegido la semana pasada presidente de Polonia- en el cargo de primer secretario del comité central y sobre la designación del nuevo primer ministro polaco. El nombre de Rakowz...

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El pleno del Comité Central del Partido Obrero Unificado de Polonia (POUP, comunista) que comenzó ayer constituye la primera ocasión parasus miembros antirreformistas de enfrentarse con la dirección, a la que culpan de la derrota electoral de junio. El principal acusado ha sido el primer ministro dimisionario Mieczyslaw Rakowski.

El pleno tomará hoy decisiones sobre la sustitución del general Wojciech JaruzeIski -elegido la semana pasada presidente de Polonia- en el cargo de primer secretario del comité central y sobre la designación del nuevo primer ministro polaco. El nombre de Rakowzky fue mencionado ayer formalmente como candidato a suceder a JaruzeIski al frente del partido."Éste es el pleno de la última esperanza", dijo ayer Marian Orzechowski, miembro del Politburó y secretaria del comité central. "La gente está harta de un partido como el que hemos tenido hasta ahora; debemos cambiar rápida y profundamente". Estas palabras dramáticas reflejan la situación interna del POUP, un partido que está al borde de la partición después de la humillante derrota que sufrió en las elecciones legislativas de junio pasado.

La dirección del partido, encabezada todavía por Jaruzelski, quien anunció hace 11 días que abandonaría el cargo de primer secretario en el caso de ser elegido presidente, parece estar dispuesta a hacer todo lo posible para salvaguardar la unidad del partido, al menos hasta el congreso extraordinario. En su discurso de apertura del pleno, Jaruzelski expresó ayer la esperanza de que la reunión "contribuya a la consolidación y la unidad del POUP".

Este propósito de Jaruzelskí de proteger la identidad del partido, amenazada por tendencias socialdemócratas, neoestafinistas y por la inercia de su base, puede ser difícil de lograr. Las divisiones se deben también a diferentes concepciones de la superación de la dramática crisis económica que atraviesa el país.

En vista de la crítica situación interna del partido, no se descartaba ayer la posibilidad de que Jaruzelski se mantuviera en su cargo de primer secretario, en un intento de impedir la división del POUP en los próximos meses.

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