Semprún dice que si España hubiera sido un país jacobino no existiría ETA

El ministro de Cultura, Jorge Semprún, considera que si España hubiera sido un país jacobino no habría ETA; "se habría producido una unificación jacobina del Estado y la relación de los vascos con su propia identidad no sería la que la historia ha hecho que sea en España sino la que es en Francia". Según Semprún, "habría reivindicaciones aisladas", como por ejemplo la del euskera, "pero no existiría ETA". En su opinión, si se admite que la creción del Estado es el objetivo de ETA encontramos una justificación político-moral para el terrorismo.El ministro de Cultura realizó estas afirmac...

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El ministro de Cultura, Jorge Semprún, considera que si España hubiera sido un país jacobino no habría ETA; "se habría producido una unificación jacobina del Estado y la relación de los vascos con su propia identidad no sería la que la historia ha hecho que sea en España sino la que es en Francia". Según Semprún, "habría reivindicaciones aisladas", como por ejemplo la del euskera, "pero no existiría ETA". En su opinión, si se admite que la creción del Estado es el objetivo de ETA encontramos una justificación político-moral para el terrorismo.El ministro de Cultura realizó estas afirmaciones en el transcurso de una mesa redonda sobre La Revolución Francesa y la Sociedad de Clases, que se desarrolló ayer por la tarde en el Aula de Verano Vicente Alexandre de la Universidad Autónoma de Madrid, en la localidad madrileña de Miraflores de la Sierra. En esta mesa participaron, junto a Semprún, el presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Tomás y Valiente, y los profesores de la universidad Autónoma Alfonso Ortí Benlloch y Manuel Pérez Ledesma.

Para Semprún el Estado vasco se ha "impuesto" y "existe" a través de las elecciones democráticas; "existe y funciona, y no hay más Estado vasco que el Estado de la autonomía vasca y no otro Estado posible como no sea el Estado del terror, definitivo y totalitario".

En el transcurso del debate, el ministro Semprún se autoexcluyó de la generación que se ha educado en la lucha ideológica "feroz" contra la democracl a formal y afirmó que la democracia es el horizonte irrevasable de esta época.

"Nos encontramos", dijo "en la era de las reformas, que es una forma de revolución permanente". Semprún señaló que cada país tiene una evolución particular y sus obstáculos, y las relaciones de producción sigan siendo determinantes.

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