'Play me something', de Timothy Neat, premio Europa

Play Me Something, del escocés Timothy Neat, ha ganado el Premio Europa, dotado con 200.000 ecus (algo más de 30 millones de pesetas). El mejor actor, a juicio del jurado fue Michael Marwitz por su papel protagónico en Fool's Mate, de Mathieu Carriére. La mejor actriz, Larissa Borodina por Adiós, golfos del barrio, mientras que la mejor colaboración artística recayó en Roland Topor y Henri Xhonneux por Marquis.El premio para Play Me Something está plenamente justificado, y en general, concuerda con la línea mantenida por los jurados que en las dos ediciones a...

Play Me Something, del escocés Timothy Neat, ha ganado el Premio Europa, dotado con 200.000 ecus (algo más de 30 millones de pesetas). El mejor actor, a juicio del jurado fue Michael Marwitz por su papel protagónico en Fool's Mate, de Mathieu Carriére. La mejor actriz, Larissa Borodina por Adiós, golfos del barrio, mientras que la mejor colaboración artística recayó en Roland Topor y Henri Xhonneux por Marquis.El premio para Play Me Something está plenamente justificado, y en general, concuerda con la línea mantenida por los jurados que en las dos ediciones anteriores premiaron, respectivamente, a Las bodas bárbaras y Refeer y la modelo. La película escocesa responde al reto de una cierta innovación formal, muy en consonancia con un festival que, ante todo, ha pretendido siempre programar, en su selección oficial, productos de difícil comercialidad, pero de probados valores expresivos.

Tampoco parecen objetables los premios a los mejores actor y actriz. Marwitz encarna, en Fool's Mate, la torturada personalidad de un concertista de piano, en realidad prisionero de su pasión desmedida por los juegos de azar. Su propia biografía le ayudó, al parecer, a superar con éxito la prueba. Por su parte, Larissa Borodina resulta también convincente en su caracterización de chica humilde,hija de un inválido de guerra y novia de un delincuente de barrio. Su personaje, marcado desde el comienzo por un aire irremediablemente trágico, resulta una especie de Julieta suburbial, cuyo Romeo, que no en vano se enfrenta con el mundo del delito, no la sigue en su dramático final.

La contribución artística recayo en el realizador belga Henri Xhonneux y en el guionista, dibujante y pintor Roland Topor, creador de las criaturas de Marquis. En este caso, el jurado premió más el desenfado e incluso el exceso del film que sus estrictas cualidades cinematográficas. Igualmente incomprensible resulta la mención a L'air de rien, de la peruana afincada en Bélgica Mary Jiménez, toda vez que su película demuestra ante todo un deseo de sorprender más allá de toda contención.

Mejor calidad

Por su parte, la Associació Catalana de Crítics i Escriptors Cinematográfics premió a Gaudí, de Manuel Huerga, como la mejor película de la selección oficial y de la sección Perspectives.

En líneas generales, el festival ha respondido a la espectativa despertada. Tal como reconoció su presidente, José Luis Guarner, en la mesa redonda de lectura de los premios, esta tercera edición ha marcado la medida justa de la programación, que se redujo casi en un 20% respecto al pasado año. Por otra parte, ha mejorado sensiblemente la calidad media de la programación, especialmente en lo que se refiere al Premio Europa, auténtica razón de ser del certamen. No obstante, todavía está por resolver el problema de la calidad de los filmes especialmente invitados.