Un virus común acelera la aparición del SIDA, según un un estudio británico

Los besos no producen SIDA, pero pueden contribuir a desencadenar la enfermedad, de acuerdo con los resultados de un estudio recién publicado por un virólogo británico. Paul Griffiths cree que el muy común y nada maléfico citomegalovirus (CMV), del que casi todos somos portadores, puede desencadenar la aparición del SIDA en pacientes previamente infectados por el virus que produce esta enfermedad, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).Alrededor del 80% de la población es portadora, sin saberlo, del citomegalovirus, que puede transmitirse mediante un simple beso. El profesor Griffiths -...

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Los besos no producen SIDA, pero pueden contribuir a desencadenar la enfermedad, de acuerdo con los resultados de un estudio recién publicado por un virólogo británico. Paul Griffiths cree que el muy común y nada maléfico citomegalovirus (CMV), del que casi todos somos portadores, puede desencadenar la aparición del SIDA en pacientes previamente infectados por el virus que produce esta enfermedad, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).Alrededor del 80% de la población es portadora, sin saberlo, del citomegalovirus, que puede transmitirse mediante un simple beso. El profesor Griffiths -un experto de prestigio internacional en el CMV, para el que ha desarrollado un método de detección rápida- ha trabajado con un grupo de 108 hemofílicos infectados con el HIV y ha llegado a la conclusión de que el CMV es un factor importante entre los que aceleran la aparición del SIDA.

Su estudio muestra que el 41% de los pacientes en los que se detectó el CMV desarrolló el SIDA, frente el 13% que lo padecía sin haber sido infectado previamente por el citomegalovirus.

El contacto de los dos virus incrementa la agresividad del VIH, dice Griffiths, profesor de virología en la Royal Free Hospital School of Medicine de Londres. "Los resultados apuntan hacia otra vía de tratamiento del VIH", señala un portavoz de The Lancet, la revista especializada que publica el estudio de Griffiths, "porque mediante la prevención o la inhibición del contacto del CMV con pacientes infectados con el VIH se puede detener el avance del SIDA".

La mayoría de los 2.000 británicos que padecen el SIDA, la mitad de ellos ya fallecidos, son hombres homosexuales o bisexuales, el 82% de los casos, seguidos de un 7% de hemofílicos, infectados mediante transfusiones. Sólo un 2% del total padece la enfermedad como consecuencia de la inyección de drogas. Análisis recientes sobre la infección por el VIH muestran que la enfermedad se está extendiendo entre la población heterosexual, aunque el porcentaje de casos apenas ronda el 5%.

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