Los dos modelos

, El físico norteamericano Damon Giovanielli indica que existen dos líneas de investigación en cuanto a la fusión fría se refiere: una es la que utiliza métodos electrolíticos, y en esta línea han trabajado tanto Fleischmann y Pons, en Utah, como Steven Jones y su grupo en Brigham Young, y J. Rafelski en Arizona. El otro sistema utiliza la hidruración del titanio o el paladio, que son sometidos a la presión del gas deuterio y a cambios bruscos de temperatura en una cubeta. A la vez que se somete a estos metales a tensiones térmicas, se les suelen lanzar ondas de choque para que la deformación...

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, El físico norteamericano Damon Giovanielli indica que existen dos líneas de investigación en cuanto a la fusión fría se refiere: una es la que utiliza métodos electrolíticos, y en esta línea han trabajado tanto Fleischmann y Pons, en Utah, como Steven Jones y su grupo en Brigham Young, y J. Rafelski en Arizona. El otro sistema utiliza la hidruración del titanio o el paladio, que son sometidos a la presión del gas deuterio y a cambios bruscos de temperatura en una cubeta. A la vez que se somete a estos metales a tensiones térmicas, se les suelen lanzar ondas de choque para que la deformación sea mayor.

Mediante este sistema se consigue la rotura microscópica de los metales y la deformación interna de los mismos. Se logran así grietas microscópicas de una milésima de milímetro. En estas grietas se producen unas cargas positivas o negativas que inducen un potencia¡ de aceleración. De este modo, los núcleos de deuterio se aceleran y pueden dar lugar a una fusión no fría, que además aparece en cantidades insignificantes.

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"Estas grietas que se producen en el metal son muy variadas y en el momento en que se genera la deformación surge un pulso de neutrones que dura muy poco tiempo, porque se neutralizan las cargas positivas o negativas y cierran el campo de aceleración. De esta forma se pueden producir unos 10.000 voltios, que son suficientes para dar lugar a la fusión", afirma Giovanielli. Este mismo método ha sido el experimentado en Frascati (Italia) y en el propio Laboratorio de Los Álamos, con variado éxito. "Con este método hemos visto que se producen neutrones, pero no siempre, y no sabemos por qué. Al final comprobamos que los metales de paladio o titanio hidrurado eran auténtico polvo y, por tanto, no funcionaban". En estos momentos, Giovanielli trabaja en un experimento que se realizará dentro de dos años en el centro europeo de física de partículas (CERN). El él tratará de medir la atracción gravitatoria terrestre en protones y antiprotones para ver si tienen la misma o distinta masa gravitatoria. Ésta es una de las mayores incógnitas del universo.

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