Crítica:'ROCK'

La gran familia

El matrimonio formado por Cecil y Linda Womack garantiza la continuidad de la música negra derivada del blues, influenciada por el rock and roll y transformada en soul. En los años sesenta, Cecil comenzó junto a sus tres hermanos como acompañante de Sam Cooke, uno de los máximos exponente de la música negra y padre de Linda, compositora de éxitos para otros cantantes.La presentación en Madrid de Womack & Womack significó una rara oportunidad par acercarse a la raíz de la música negra, ofrecida sin sofisticación ni adornos superfluos. Con unplanteamiento, musical eminenteme...

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El matrimonio formado por Cecil y Linda Womack garantiza la continuidad de la música negra derivada del blues, influenciada por el rock and roll y transformada en soul. En los años sesenta, Cecil comenzó junto a sus tres hermanos como acompañante de Sam Cooke, uno de los máximos exponente de la música negra y padre de Linda, compositora de éxitos para otros cantantes.La presentación en Madrid de Womack & Womack significó una rara oportunidad par acercarse a la raíz de la música negra, ofrecida sin sofisticación ni adornos superfluos. Con unplanteamiento, musical eminentemente austero, ofrecieron lo mejor de su repertorio en una actuación breve.

Su espectáculo se basa en la figura de Cecil Womack, prototipo del cantante negro seno y profundo. Dotado de una voz de amplia tesitura y expresividad, consiguió el objetivo perseguido desde los primeros compases del concierto: la participación del público. Vitalista, enérgico y con una música abiertamente espontánea, Cecil Womack resumió una herencia cultural, acompañado de su mujer, también excelente intérprete, y un magnífico cuarteto de instrumentistas.

Womack & Womack

Cecil Womack (voz, guitarra), Linda Womack (voz, percusión), Ted McKerma (batería), Joe Bashomen (teclados), Duddley Phillips (bajo, coros), Henrik Koitzsch (guitarra), Dwayne Cornelius (batería). Sala Jácara. Madrid, 8 de junio.

Como guinda final, Cecil presentó la esperada aparición en el escenario de sus cuatro hijos pequeños y de su madre Todos juntos celebraron una fiesta mil veces repetida y siempre tierna por la inocencia de los pequeños. Fue la confirmación de que la sucesión está garantizada.

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