Editorial:

La anécdota de un 'giro social'

TODO PARECE indicar que el giro social del Gobierno, posterior a la huelga del 14 de diciembre, puede llegar a convertirse en un episodio anecdótico en el que la improvisación y una especial proclividad al desprecio de las formas acaben empañando las buenas intenciones originarias. Las medidas sociales contenidas en el decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros coinciden sustancialmente con compromisos incumplidos del Acuerdo Económico y Social -aumento de la cobertura al desempleo-, la promesa electoral de equiparar las pensiones al salario mínimo y una deuda con pensionistas y funcion...

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TODO PARECE indicar que el giro social del Gobierno, posterior a la huelga del 14 de diciembre, puede llegar a convertirse en un episodio anecdótico en el que la improvisación y una especial proclividad al desprecio de las formas acaben empañando las buenas intenciones originarias. Las medidas sociales contenidas en el decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros coinciden sustancialmente con compromisos incumplidos del Acuerdo Económico y Social -aumento de la cobertura al desempleo-, la promesa electoral de equiparar las pensiones al salario mínimo y una deuda con pensionistas y funcionarios por el error en la previsión de inflación de 1988.El Gobierno ha querido responsabilizar a los sindicatos de los recortes presupuestarios motivados por sus demandas, que en un principio afectaban a cuestiones tan impopulares como la reducción de las inversiones para regadios, la reforma de las enseñanzas medias o la no construcción de algunas carreteras. Las dificultades técnicas para plasmar en una norma estos recortes, unidas a la esperada oposición de los distintos ministerios a que les redujesen sus previsiones -especialmente los de Agricultura y Educación-, han provocado que el Gobierno se limitara a aprobar las medidas, que tienen un coste de 197.600 millones de pesetas, pero dándose el plazo de un mes para presentar en el Parlamento las pertinentes explicaciones sobre el origen del dinero. Todo hace indicar que se financiará a cuenta del exceso de recaudación fiscal previsto inicialmente para este año.

Esta incógnita pone de manifiesto que la negociación con algunos grupos parlamentarios -Partido Popular, Partido Nacionalista Vasco y Minoría Catalana- no ha sido tal, ya que se les presentó cerrado el gasto total, y las partidas concretas para cobertura, pensiones y funcionarios, con muy poco margen de maniobra. Además, cabe señalar que la cantidad aprobada es muy inferior a las peticiones de los sindicatos, antes y después de la huelga del 14-D, y menor a su vez de lo ofrecido por el Ejecutivo en la mesa de concertación cerrada sin acuerdo en febrero. Las centrales sindicales han calificado ya las medidas de 'insuficientes, por lo que continuarán reivindicando el cumplimiento de los viejos compromisos. La coincidencia en las reivindicaciones ha potenciado la unidad ante el próximo Primero de Mayo, el primero convocado conjuntamente por las centrales mayoritarias desde que los socialistas llegaron al poder; a los actos conmemorativos no han sido invitadas las direcciones del PSOE y de las Juventudes Socialistas, lo que no deja de ser un acto de coherencia, ya que sólo desde la esquizofrenia se entiende cómo iban a manifestarse en contra de la política que ellas mismas han defendido con tanto ímpetu. Resulta difícil comprender por qué la oferta final es considerablemente menor que la puesta encima de una mesa de negociación (lo que en definitiva va en contra de los sectores más desfavorecidos de la población, independientemente de qwen capitalice el éxito), pero aún es más incomprensible el que no se quiera explicar de dónde procede el dinero, salvo que la improvisación se haya convertido en la norma, y el rigor, en la excepción.

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