La CE acuerda Iimitar las emisiones tóxicas de las nuevas plantas de incineración
Los doce alcanzaron ayer de madrugada un acuerdo para limitar las emisiones tóxicas de las nuevas plantas de incineración que se instalen en la Comunidad Europea. El compromiso fue logrado en el primer Consejo de Ministros de Medio Ambiente, presidido por el español ,Javier Sáenz de Cosculluela, que consiguió además que la CE deje de producir clorofluorocarbonos (CFC) antes de que finalice el siglo.
Algunas delegaciones se opusieron inicialmente al compromiso de la presidencia española porque la lista de emanaciones tóxicas que prohibía o restringía no abarcaba a la dioxina y al furano,...
Regístrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
Los doce alcanzaron ayer de madrugada un acuerdo para limitar las emisiones tóxicas de las nuevas plantas de incineración que se instalen en la Comunidad Europea. El compromiso fue logrado en el primer Consejo de Ministros de Medio Ambiente, presidido por el español ,Javier Sáenz de Cosculluela, que consiguió además que la CE deje de producir clorofluorocarbonos (CFC) antes de que finalice el siglo.
Algunas delegaciones se opusieron inicialmente al compromiso de la presidencia española porque la lista de emanaciones tóxicas que prohibía o restringía no abarcaba a la dioxina y al furano, pero finalmente cada Estado miembro podrá incluir estas sustancias entre los gases sometidos a normas restrictivas.La Comisión Europea, que está elaborando otra directiva más permisiva para las 524 incineradoras municipales actualmente en funcionamiento en la CE, también se ha comprometido a presentar una propuesta para armonizar criterios entre los doce sobre las emisiones de dioxina y furano.
Elefantes
Los titulares de Medio Ambiente coincidieron en la necesidad de ayudar a los Gobiernos africanos a proteger a los elefantes de los furtívos y de combatir las importaciones ¡legales de marfil. La Comunidad, que adquiere la cuarta parte del marfil mundial tratará de endurecer la convención sobre protección de especies animales amenazadas. Hace 20 años había en África 2,7 millones de elefantes, pero los estragos de los cazadores deseosos de adueñarse los colmillos de marfil -sólo han dejado subsistir unos 700.000 en 1988.