El robo de los cuadros de Van Gogh puede ser obra de expertos

Tres lienzos del pintor holandés Vincent van Gogh fueron robados la noche del lunes del Museo Kröller-Muller, de Otterlo, una ciudad holandesa situada en el centro del país, y que guarda 278 obras del artista. Se trata de Interior con telar y tejedor ( 18 8 5), Girasoles marchitos (1887) y Familia comiendo patatas (1885). Un cuarto cuadro fue abandonado por los ladrones en el suelo. Ninguna de las obras estaba asegurada, ya que son propiedad de¡ Estado neerlandés. La policía ha destinado ya 30 detectives al caso.Familia comiendo patatas es la pieza más famosa del conjunto sustraí...

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Tres lienzos del pintor holandés Vincent van Gogh fueron robados la noche del lunes del Museo Kröller-Muller, de Otterlo, una ciudad holandesa situada en el centro del país, y que guarda 278 obras del artista. Se trata de Interior con telar y tejedor ( 18 8 5), Girasoles marchitos (1887) y Familia comiendo patatas (1885). Un cuarto cuadro fue abandonado por los ladrones en el suelo. Ninguna de las obras estaba asegurada, ya que son propiedad de¡ Estado neerlandés. La policía ha destinado ya 30 detectives al caso.Familia comiendo patatas es la pieza más famosa del conjunto sustraído. Van Gogh tenía 32 años cuando la pintó, y ésta es la segunda y mejor versión. Las otras dos pertenecen al Stedelijk Museum de Amsterdam, que también fue objeto de un robo el pasado mes de mayo. En esta ocasión, el hecho fue descubierto minutos después de que los guardianes del museo oyeran un estruendo de cristales rotos. El Kröller-Muller está emplazado en el interior de un parque nacional cercado por una verja. Los autores necesitaron por lo menos 15 minutos de veloz carrera para ganar una de las tres puertas abiertas, que la policía cerró inmediatamente.

Dada la imposibilidad de vender unos lienzos tan famosos, expertos del departamento de robos de obras de arte avanzaron ayer la hipótesis de una acción perpetrada por profesionales, dispuestos a colocarlos en los circuitos ilegales. Así ocurrió el pasado mayo con Los claveles (1888), del propio Van Gogh, y una naturaleza muerta de Cézanne, sustraídos del Stedelijk de la capital holandesa.

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