Crítica:'JAZZ'

Parejas

El dúo de trompeta y piano no es muy corriente en jazz, pero está presente en esta música desde hace tiempo. Su primera manifestación importante podemos situarla en 1928, cuando Louis Armstrong y Earl Hines grabaron juntos Weather bird rag, el rag de la veleta. No han faltado ejemplos posteriores, el más llamativo y monumental protagonizado por Oscar Peterson, que entre noviembre de 1974 y junio de 1975 grabó nada menos que cinco discos en este plan, cada uno con un trompetista diferente.Oliver Jones es canadiense, como Peterson, por lo que no resulta ilógico que siga sus ...

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El dúo de trompeta y piano no es muy corriente en jazz, pero está presente en esta música desde hace tiempo. Su primera manifestación importante podemos situarla en 1928, cuando Louis Armstrong y Earl Hines grabaron juntos Weather bird rag, el rag de la veleta. No han faltado ejemplos posteriores, el más llamativo y monumental protagonizado por Oscar Peterson, que entre noviembre de 1974 y junio de 1975 grabó nada menos que cinco discos en este plan, cada uno con un trompetista diferente.Oliver Jones es canadiense, como Peterson, por lo que no resulta ilógico que siga sus pasos y se presente formando pareja con un maestro de la trompeta. Muchos son los continuadores de Oscar Peterson; algunos le siguen de forma directa y otros le mezclan con influencias a veces exóticas. Así, Monty Alexander combina a Peterson con Harry Belafonte, y Bobby Enríquez con Bruce Lee. Oliver Jones es de los que siguen a Oscar Peterson directamente, pero es capaz de hacerlo con grandeza, cualidad por la que destaca de la mayoría de los petersoncitos. Jones es especialista en medleys, esas interpretaciones en donde se mezclan canciones que tienen algo en común. Hacia el fin de su concierto en el San Juan hizo uno de Gersliwin prácticamente a solas, porque nada más tuvo ayuda del fliscorno en Summertime. Antes había hecho otro de espirituales negros en el que hubo más colaboración de la trompeta, sin duda porque es instrumento de arcángeles; como no podía ser menos, este medley quedó celestial y a partir de él el concierto remontó el vuelo.

Jimmy Owens y Oliver Jones

Colegio mayor San Juan Evangelista. Madrid, 3 de diciembre.

Aventuras

Jimmy Owens se presentó en el San Juan con pantalones de cuero y un collar de cuentas grandísimas; se lo tenía que sujetar cuando saludaba para no perder el equilibrio o no desgraciar el micrófono de un collarazo. Pero este atuendo agresivo y tribal quedaba desmentido por unas gafas de profesor. Sea perdonada la glosa indumentaria, pero es que describe muy bien el estilo de Owens: fiereza de músico negro atemperada por técnica de catedrático. Atemperada, matizada o completada, que no sé qué cuadra mejor. Con trompeta o fliscorno, Owens se metió en aventuras difíciles y bonitas. Estas cosas, lo difícil y lo bonito, normalmente coincidieron, como en el escalofriante Stop chorus de Snuggles o la perfecta entonación de When you wish upon a star, otras veces no, como en All the things you are, donde después de un contrapunto que salió bordado los músicos se perdieron al recapitular y les quedó todavía mejor.Después de las propinas, que fueron Round midnight y Drop me off in Harlem, nos trasladamos del San Juan al Whisky Jazz, que celebraba sus bodas de plata. El deambular de los aficionados, uniendo los dos locales de jazz con más solera de la capital, montaba así la segunda pareja de la noche.

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